Joker - Todd Phillips (2019)
Todos quieren ver el Guasón, hablar de él y por eso analizan obsesivamente qué actores han hecho antes el personaje, qué directores dirigieron esas películas, qué cintas hicieron antes Joaquin Phoenix y Todd Phillips, qué homenajes a Martin Scorsese se incluyeron, qué payaso inspiró el maquillaje (Pogo), qué cómic sirvió de base, qué película de Chaplin aparece en pantalla y una serie interminable de detalles. ¿Qué hace que esta película sea especial? La competencia entre Marvel y DC; además de la participación de Martin Scorsese al arranque del proyecto. ¿Es el Guasón la mejor película basada en cómics? Supongo que sí. Es casi realista, no es maniquea, no utiliza efectos especiales y, aunque cae en clichés, logra cerrar con fuerza. ¿Ganará todos los premios este año? No. La historia tiene lugares comunes propios de una telenovela. Aunque es probable que Phoenix gane el Óscar a mejor actor. ¿Por qué se habla tanto de esta película? Gracias al León de Oro que ganó en el festival de Cine de Venecia y a la magnífica campaña publicitaria. Sin embargo, el mérito del filme radica en la actuación de Joaquín Phoenix. El actor se transforma tanto que por momentos parece personas distintas. A ratos se mueve de manera femenina y hace una voz frágil, casi infantil; por momentos se ahoga con una risa dolorosa; después mantiene una expresión dura y luego casi ausente. Sus ojos pasan de bailarines, a tristes, a rabiosos, a muertos. Su cuerpo parece estar duro y torcido, es torpe y se mueve como si le dolieran las piernas, pero después se endereza y gana flexibilidad. Al inicio baila de manera arrítmica y loca; al final se conecta con el cosmos y practica Tai Chi. Phoenix es una maldita montaña rusa.
Joker trata sobre la transformación de Arthur Fleck. Un hombre feo y triste que trabaja como payaso, toma siete medicamentos para controlar su salud mental, asiste a terapia psicológica, vive con su madre en un departamento en una ciudad que atraviesa una situación extrema y sabe muy poco sobre sí mismo. Las cosas no están bien y nada parece mejorar. Perderá el empleo, los medicamentos, la terapia, su madre y su héroe; descubrirá cosas que desconocía de su pasado y en el momento en que siente el peso de una pistola en la mano comienza a liberarse. Pasa de intentar ser normal para ser aceptado a dejarse llevar por el dolor y la rabia.
El letrero que le revientan en el rostro es clave en la cinta. Everything Must Go (Todo está en liquidación). Arthur debe desaparecer y reinventarse; los límites, que no le han permitido ser feliz un sólo día, deben irse. El gobierno de Ciudad Gótica, sus habitantes, sus valores y su basura deben irse. El cambio es la constante.
El filme disfraza la transformación de enfermedad mental y eso no me gustó porque debilita al personaje. Supongo que tuvieron que hacerlo para que DC financiara la película y no fueran acusados de apología del delito. Sin embargo, esa máscara es sólo para bobos. El filme insiste en que la verdadera razón del cambio es que la sociedad es una mierda. Por eso Arthur obtiene la pistola de un compañero, nunca la busca, no la compra. Los hombres del metro agreden verbalmente una mujer y después lo golpean. Su madre le ha mentido, lo engañó y permitió que fuera golpeado cuando niño. Murray lo invita al show para burlarse de él. La mujer que le brinda terapia hace su trabajo por compromiso. Nadie es inocente. La sociedad está compuesta por gente abusiva y cabrona. Arthur es el único capaz de reconocer la maldad, es el último en transformarse. Ya liberado, no será la oveja que acepta el maltrato, ahora es un lobo que devuelve la mordida.
El Guasón no se interesa en qué está pasando afuera, ya no cree en nadie ni nada, no tiene una filosofía que seguir ni que enseñar, se ha quitado la venda de los ojos. Se acepta tal cual es y por primera vez parece ser feliz haciendo justicia por propia mano.
La ciudad es una olla punto reventar y él es la burbuja del primer hervor. Él es todos los despreciados, todos los desempleados, todos los humillados. La película juega con el espectador al presentar al antipático niño Bruce Wayne y sus padres. El Guasón no sabe quién será su enemigo y Bruce tampoco sabe que se convertirá en Batman.
La conducta de Arthur es violenta, pero nada especial. Mata sólo siete personas. Si alguién se espanta con eso, en realidad se asusta de sí mismo, de su parte humillada que requiere venganza. Si la película se ambientará en el Oeste sería la película de vaqueros más aburrida. Rambo mata más humanos cuando termina de cenar y camina hacia el baño.
Arthur no busca convertirse en el símbolo de una revolución, sólo desea ser tratado con educación y respeto. Son los medios, los mismos que hacen la campaña publicitaria de la cinta, quienes convierten un incidente aislado en una revolución. Son ellos quienes ponen por encima de la masa la muerte de tres empleados de la bolsa. Eran hombres blancos productivos, sus vidas importan. El afán por vender la noticia hace que toda la ciudad se levante. Los medios logran que el asesino se convierta en leyenda.
Si algo resulta perturbador en el filme, no es que Arthur mate, es que sus asesinatos se sienten justificados y él no tiene miedo a las consecuencias. Pero más perturbador que eso resulta descubrir que nuestra realidad está muy cercana a la del filme. El Joker es un juguete del destino que alcanza el estatus de líder gracias a las circunstancias, es el hombre libre, el tipo que no acepta mierda de nadie, el héroe que pone el ejemplo. Joker es una declaración de guerra a las películas maniqueas y al orden establecido. Los superhéroes son exhibidos como el brazo represor del sistema corrupto que obliga a la gente a ser dócil y útil. Los superhéroes son niños jugando al policía, son tontos disfrazados incapaces de reconocer las fallas del sistema y corregirlo, son cómplices.
La música que integra la película es estupenda y está tan bien sincronizada con las acciones que se siente poderosa. Me refiero a Rock 'n' Roll (Part 2) de Gary Glitter: Send in the Clowns y That's Life de Frank Sinatra; y Smile de Jimmy Durante. En contraste, la música creada específicamente para el filme por Hildur Guðnadóttir me parece un poco exagerada.
Joker trata sobre la transformación de Arthur Fleck. Un hombre feo y triste que trabaja como payaso, toma siete medicamentos para controlar su salud mental, asiste a terapia psicológica, vive con su madre en un departamento en una ciudad que atraviesa una situación extrema y sabe muy poco sobre sí mismo. Las cosas no están bien y nada parece mejorar. Perderá el empleo, los medicamentos, la terapia, su madre y su héroe; descubrirá cosas que desconocía de su pasado y en el momento en que siente el peso de una pistola en la mano comienza a liberarse. Pasa de intentar ser normal para ser aceptado a dejarse llevar por el dolor y la rabia.
El letrero que le revientan en el rostro es clave en la cinta. Everything Must Go (Todo está en liquidación). Arthur debe desaparecer y reinventarse; los límites, que no le han permitido ser feliz un sólo día, deben irse. El gobierno de Ciudad Gótica, sus habitantes, sus valores y su basura deben irse. El cambio es la constante.
El filme disfraza la transformación de enfermedad mental y eso no me gustó porque debilita al personaje. Supongo que tuvieron que hacerlo para que DC financiara la película y no fueran acusados de apología del delito. Sin embargo, esa máscara es sólo para bobos. El filme insiste en que la verdadera razón del cambio es que la sociedad es una mierda. Por eso Arthur obtiene la pistola de un compañero, nunca la busca, no la compra. Los hombres del metro agreden verbalmente una mujer y después lo golpean. Su madre le ha mentido, lo engañó y permitió que fuera golpeado cuando niño. Murray lo invita al show para burlarse de él. La mujer que le brinda terapia hace su trabajo por compromiso. Nadie es inocente. La sociedad está compuesta por gente abusiva y cabrona. Arthur es el único capaz de reconocer la maldad, es el último en transformarse. Ya liberado, no será la oveja que acepta el maltrato, ahora es un lobo que devuelve la mordida.
El Guasón no se interesa en qué está pasando afuera, ya no cree en nadie ni nada, no tiene una filosofía que seguir ni que enseñar, se ha quitado la venda de los ojos. Se acepta tal cual es y por primera vez parece ser feliz haciendo justicia por propia mano.
La ciudad es una olla punto reventar y él es la burbuja del primer hervor. Él es todos los despreciados, todos los desempleados, todos los humillados. La película juega con el espectador al presentar al antipático niño Bruce Wayne y sus padres. El Guasón no sabe quién será su enemigo y Bruce tampoco sabe que se convertirá en Batman.
La conducta de Arthur es violenta, pero nada especial. Mata sólo siete personas. Si alguién se espanta con eso, en realidad se asusta de sí mismo, de su parte humillada que requiere venganza. Si la película se ambientará en el Oeste sería la película de vaqueros más aburrida. Rambo mata más humanos cuando termina de cenar y camina hacia el baño.
Arthur no busca convertirse en el símbolo de una revolución, sólo desea ser tratado con educación y respeto. Son los medios, los mismos que hacen la campaña publicitaria de la cinta, quienes convierten un incidente aislado en una revolución. Son ellos quienes ponen por encima de la masa la muerte de tres empleados de la bolsa. Eran hombres blancos productivos, sus vidas importan. El afán por vender la noticia hace que toda la ciudad se levante. Los medios logran que el asesino se convierta en leyenda.
Si algo resulta perturbador en el filme, no es que Arthur mate, es que sus asesinatos se sienten justificados y él no tiene miedo a las consecuencias. Pero más perturbador que eso resulta descubrir que nuestra realidad está muy cercana a la del filme. El Joker es un juguete del destino que alcanza el estatus de líder gracias a las circunstancias, es el hombre libre, el tipo que no acepta mierda de nadie, el héroe que pone el ejemplo. Joker es una declaración de guerra a las películas maniqueas y al orden establecido. Los superhéroes son exhibidos como el brazo represor del sistema corrupto que obliga a la gente a ser dócil y útil. Los superhéroes son niños jugando al policía, son tontos disfrazados incapaces de reconocer las fallas del sistema y corregirlo, son cómplices.
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