Mano de Obra - David Zonana (2019)
Mano de obra es un filme salvaje. Aunque por momentos coquetea con lo cursi, lo hace para engañar, juega con el espectador como con un pez, le da línea y luego rebobina el carrete. Permite que la mente escoja un futuro posible, a veces lo cumple puntualmente; en otras, sorprende. La historia es la de un albañil cuyo hermano muere en la obra y, gracias al duelo, pasa de ser un simple trabajador a un hombre de "negocios". Lo primero que pintan es algo cotidiano. Recuerdo estar en el trabajo y que un constructor tuviera que irse de emergencia por haber recibido la noticia de que uno de sus trabajadores había caído seis pisos. En el caso que recuerdo, milagrosamente cayó ileso. En la cinta, aunque la altura es menor, el caído muere. La cinta no explica qué sucede, no se culpa a nadie, fue un accidente. Sin embargo, es fácil deducir que alguien paga a los peritos por decir que el trabajador estaba ebrio y que esa fue la causa de la caída. En consecuencia, el patrón se niega a dar una indemnización a su viuda embarazada. Además, el filme muestra a cuántos albañiles les deben pagos por trabajos concluidos o les descuentan por daños. Es decir, la vida misma.
El asunto es que el protagonista no se quedará de brazos cruzados y aunque al principio pide ayuda, el rechazo lo transforma. La justicia debe ser expedita, lo dice la Constitución. Es decir, la justicia o se administra rápido o no es justicia.
Este no es un asunto de trabajadores y patrones, es una denuncia del sistema judicial. La justicia está en venta y quién la compra gana con o sin razón. El protagonista despierta y comienza a mover los hilos a su favor, pero no es Pepe el Toro. este cabrón no es inocente. Y la gente que él ayuda tampoco.
La cinta es un retrato claro del México de hoy. Nadie puede confiar en nadie. Uno de los personajes cree que puede no pagar porque su esposa necesita una prótesis. Otro cree que su pago fue hecho en especie. Nada hay por escrito. No hay argumentos, ni tiempos ni compromisos. El hombre es el lobo del hombre. Los vecinos no ven con buenos ojos lo que sucede en la casa. Todos quieren parte del botín. Todos pierden, incluso el que gana.
Pocas cintas mexicanas miran la realidad con los ojos abiertos. No anden diciendo que Roma (2018) es una gran película. Mano de obra es cine nacional, bien pensado y bien hecho. Podría hacerse mejor, pero es contundente y vale la pena. (Ab.)
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