The Color Purple - Steven Spielberg (1985)

Si el Steven Spielberg que hizo EL COLOR PÚRPURA pudiera ver The Fabelmans (2022) o Ready Player One (2018), se moriría de vergüenza. Preguntaría a Dios: ¿Por qué me has abandonado? No hay explicación que justifique el descenso de calidad tan abrumador. EL COLOR PÚRPURA es un emotivo monumento lleno de contenido. Y podrías dejar a un lado las partes racista y colonialista para concentrarte en el desarrollo del personaje. Es evidente que no todas las pinturas de Picasso son el Guernica, pero algo muy malo pasó en Hollywood para que Spielberg termine hablando de sí mismo y de videojuegos. Pero de vuelta al pasado, esta biografía de Celie Johnson es una joya inmensa. La vida de Celie es una metáfora de la evolución del ser humano. De ser un animalito humilde y temeroso sujeto a abusos, con pequeñas muestras de amor se convierte en una gran persona. Es como ver un palo que la gente patea hasta que se clava en la tierra, comienza a echar raíces, crece, reverdece y da frutos. 

La denuncia se mueve con esfuerzo. Somos los humanos quienes tratamos del carajo a los humanos. Es muy difícil conservar el buen corazón cuando día tras día recibes desprecio y ofensas. Obviamente esto es un melodrama, por eso el bien es recompensado por Dios. Celie logra salvar su vida y mantenerse lejos del crimen y la cárcel gracias a su bondad. 

Pero no es perfecta. A pesar de su buen corazón es manipulable. Aconseja a Harpo golpear a Sofía porque eso es lo único que ha visto, lo único que conoce. Aprendió que eso es lo correcto y sólo cuando es confrontada comienza a dudar y se avergüenza.

Algo bello en esta cinta es la transmisión del conocimiento. Compartir lo que sabemos es un placer. Pero también puede ser una locura. Allá va Nettie hasta África para convertir gente al cristianismo. Una cosa es enseñar a leer y escribir, otra cosa es repartir fanatismo. De cualquier modo la atención es una muestra de afecto.

Pero Nettie es sólo un resorte de la recompensa. Lo importante es la lenta transformación de Celie. Pasa de ser esclava de su "padre" a ser esclava de Albert a ser esclava de Shug. Pero en cada cambio de propietario hay un avance, un grado de liberación y una pizca de amor. 

Me resulta extraño tener tan buena opinión de Danny Glover después de haber visto esta cinta. Es decir, reconozco su estupendo trabajo pero resulta difícil no odiarlo. Tuvo gran valor de aceptar un personaje que es tan idiota como violento.

Las actuaciones de Whoopi Goldberg, Margaret Avery y Oprah Winfrey son asombrosas. Cada una sufre una transformación y son fabulosas. Incluso, con mucho menos tiempo en pantalla, Rae Dawn Chong se contagia del nivel de sus compañeras.

Es cierto, esta cinta es un dramón de dos horas y media, pero es cine de calidad. Hay muchas cosas que leer entre líneas. Por supuesto, hay una dosis feminista. Pero no se siente como un regaño, ni como un sermón. Aquí se muestran los abusos masculinos y hay una toma de consciencia y una reacción que fluyen naturalmente. El culpable es nefasto pero termina entendiendo y no hay ridiculez. Por cierto, aquí ya se cuela la semilla de Jurassic Park (1993), basta ver las jirafas corriendo a contra luz. (Ab.)

Si te gustó esta reseña, compártela con ese que lo necesita.