Vi LA VENUS RUBIA en HBO Max por recomendación de Manolo Blahnik. La cinta es una historia bastante extraña que comienza por un lado, se desarrolla por otro y cierra el círculo chocando clichés. Debo decir que la parte que Manolo recuerda (un número musical de cabaret en que un gorila se mueve por la selva entre bailarinas) es lo mejor de todo el filme.
La historia: Un químico conoce a una actriz en un lago en Alemania se casan, se mudan a América y tienen un hijo. El hombre se enferma por contacto con radiación y ella decide volver a actuar para poder pagar el tratamiento. Mientras él viaja a Europa para ser curado, ella tiene un amante que le da el dinero. El esposo regresa curado y descubre el secreto. El matrimonio discute y ella huye con su hijo. El cornudo la persigue implacable, ella se rinde, acepta el divorcio y entrega al hijo. Luego, la actriz vuelve a trabajar y se hace famosa. En París, reencuentra al amante y vuelven a América en barco. Ella lo traiciona y recupera su familia.
Lo que comienza como un romance se transforma en una persecución policiaca y un pleito judicial por recuperar la custodia del hijo. Pero como en toda telenovela, triunfa el amor de la madre sufrida.
Marlene no es guapa y no cantaba, platicaba. Pero cada época y cada país tiene derecho a su Ninel Conde. La película se hace muy pesada, pero tiene partes muy buenas. El inicio en el lago es casi onírico, el número del gorila es genial y la secuencia de conquista con el policía es una joya gracias a la intervención de Hattie McDanniel que derrocha simpatía.
Tener un contrato y un buen abogado es indispensable para que tu estrella no abandone el negocio y huya con un millonario. Además, el matrimonio requiere reglas más claras respecto de las cargas y obligaciones de los contratantes. Pero, cásate. Lo peor que puede pasar es que te dejen pobre. (Ab.)
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