Hereafter - Clint Eastwood (2010)


MÁS ALLÁ DE LA VIDA son tres historias que avanzan por separado y se entrelazan al final. Línea 1: Una famosa presentadora francesa de TV esta de vacaciones con su productor y cuando sale a comprar juguetes para los hijos de su amante y patrón es sorprendida por un Tsunami. Experimenta algo extraño y no puede volver a su vida normal en París. Línea 2: Un solitario y joven psíquico retirado trabaja como obrero en San Francisco mientras su ambicioso hermano insiste en que vuelvan a hacer negocio con su habilidad de hablar con los muertos. Línea 3: Unos gemelos londinenses, hijos de madre alcohólica, intentan conservar su familia engañando a los servicios sociales, hasta que uno muere atropellado por un camión. El superviviente se obsesiona con hablar con el muerto y recurre a todo tipo de charlatanes. 
La idea en todos los casos es que la vida no acaba con la muerte o que después  la muerte hay otra etapa que no ha sido explorada por obvias razones.

Aunque Clint Eastwood es un héroe del cine este filme se arrastra de feo modo. Lo cierto es que el tema provoca miles de conversaciones de café y mucho rechazo entre los científicos. Aunque la ciencia parece dominada por ateos, creo que el desinterés por tema se debe  a lo estéril de investigar algo que se basa en testimonios humanos. Ya sabemos que no somos de fiar.

La película se hace pesada por reiterativa. El psíquico es demasiado ingenuo, no tiene control sobre la ambición del hermano y repite el error con la mujer que le gusta. El niño insiste en violar las reglas y desafiar a los padres adoptivos para encontrar respuestas que no le van a gustar. Y la periodista es incapaz de aceptar que es un bonito juguete del productor.

El clímax de la cinta es demasiado cursi para tanta construcción. Es obvio que el hermano muerto no va a resucitar y la fantasía de encontrar al amor de tu vida no garantiza que la relación sobrevivirá a la convivencia cotidiana.

La cinta es tibia en cuanto a su versión de lo que sucede después de la vida. No afirma ni niega el infierno o el paraíso y sugiere la disolución de la consciencia en el todo. Dice estar segura de que aquí no acaba todo pero no se atreve a hacer preguntas concretas a los muertos.

Aunque Bryce Dallas Howard luce guapísima, aparece muy poco. Matt Damon y Cécile de France no lucen con tanta tristeza. Quizá lo más destacable es que incorporan tragedias reales como el Tsunami que afectó Tailandia el 26 de diciembre de 2004 y los atentados en el metro de Londres del 7 de junio de 2005. (Ab.)

Que me perdone Clint pero evita esta cinta.

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