NINOTCHKA, en HBO Max, es una comedia romántica de pareja dispareja súper exagerada que exalta las bondades del capitalismo y subraya los defectos de los servidores públicos durante sus comisiones. La administración soviética envía tres burócratas a Paris para vender unas joyas decomisadas a la Duquesa Swana en la Revolución de 1917. La antes propietaria de los objetos interpone una demanda con la intención de evitar la venta y recuperar su patrimonio. Aunque el conflicto sobre la propiedad de las joyas es muy interesante, es sólo un pretexto para exhibir a los funcionarios soviéticos pasando los mejores días de su vida fuera de la URSS. El asunto cae en lo ilógico porque la venta parece no ser suficiente para pagar los viáticos de los tres enviados que comen y beben a plenitud durante muchos días. Debido a la demora, el gobierno envía a una supervisora llamada Ninotchka. Ella, ferviente defensora del comunismo, debe enamorarse del conde León, el intermediario capitalista que está evitando la venta. No cuento más por si les da curiosidad.
La cinta es muy sencilla. Pero tiene el encanto de retratar parte de la historia. Quizá los gobiernos deberían invertir más en enviados que convenzan a los gobernantes de los beneficios de la democracia. Es una desgracia que hoy los enviados de las dictaduras recluten tanto incauto.
Greta Garbo es una gran decepción, nunca luce guapa, ni divertida, su acento ruso no parece ruso ni parece que sepa actuar. No sé como construyó su leyenda. La Divina es medio insípida, casi masculina. Quizá la femineidad era concebida en otros términos. Yo prefiero a Marilyn Monroe.
La cinta tiene momentos divertidos, no vas a morir en la carcajada pero sonreirás en más de una ocasión. Dale una oportunidad. Lo peor que puede pasar es que te quedes dormido. (Ab.)
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