Yes, God, Yes - Karen Maine (2019)
YES, GOD, YES está en Amazon y es una buena comedia sobre descubrir la hipocresía de los adultos o hacerse adulto. Una chica católica es víctima del rumor de que, en una fiesta, le "aderezó la ensalada" a Wade. La chica se llama Alice y nunca hizo lo que cuenta el chisme. Pero es difícil que en una prepa te crean que no hiciste lo que dicen que hiciste a pesar de que no sepas que demonios significa "aderezar la ensalada". Peor resulta cuando el sujeto del aderezo imaginario no niega que eso haya sucedido. En la escuela cristiana están los mismos personajes de todas las escuelas pero son peores. Está Laura, la fresa guapa y prejuiciosa; está Nina, la sexy guapa relajada que no es tan santa como aparenta; está Chris, el atlético que resulta super teto; Wade que se aprovecha del rumor; y el peor de todos, el maestro, el padre Murphy, que se dice guía espiritual y no se comporta conforme a lo que predica.
La chica se inscribe al retiro espiritual de moda que incluye medalla y sudadera distintiva. (Por cierto. ¿Ya vieron el descaro del Papa Francisco vendiendo mercancía por televisión? Debería regalar las medallas, no venderlas. Asqueroso, pero cierto. Supongo que le hace falta dinero para un nuevo papa móvil.)
Alice descubre por casualidad, que todos los involucrados en el retiro mienten. Tarde o temprano todos aprendemos que lo peor que puedes hacer si quieres ser un buen cristiano es actuar abiertamente como un buen cristiano. Mucha suerte tiene aquel que creyendo y actuando conforme a los mandamientos puede sobrevivir.
La cinta es divertida y descubre que cualquier desconocido es más útil como consejero sexual que un miembro de tu comunidad católica. El mensaje edificante es: Calladita te ves más bonita. Que tu mano izquierda no sepa lo que hace la derecha.
Lo maravilloso de esta cinta es el realismo. Esa vibra pervertida de decirle al sacerdote cuantas veces te masturbaste en la semana. Gracias a Dios, en mi preparatoria los retiros no eran mixtos. De haberlo sido, la avalancha de embarazos ocultos y la industria de la adopción hubiera sido un éxito económico de varios puntos en el PIB. (Ab.)
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