Alphaville, une étrange aventure de Lemmy Caution - Jean-Luc Godard (1965)
ALPHAVILLE es un peliculón. A pesar de tener elementos en común con otras cintas de Godard, se siente más ligera, más viva. Aunque Pierrot le Fou es del mismo año, al compararlas se siente muy complicada y deshilachada. Pareciera que en Alphaville, el director intentó hacer algo más digerible, más divertido, más americano, más comercial y logra que esta cinta sea más clara. Trepado en el formato de la novela negra, como una versión galáctica de Casablanca (1942), con menciones a Dick Tracy y Mike Hammer, el agente 003 pasea por una metáfora de la guerra fría que integra citas de Jorge Luis Borges y Paul Eluard (Capital del dolor). La película burbujea referencias mientras hornea una atmósfera onírica llena de poesía. La trama avanza siguiendo el recorrido del agente que viaja por el espacio vistiendo fedora y gabardina, para asesinar al dictador que quiere uniformar el mundo. Obviamente, enamorarse de la femme fatale no es parte de su misión. Pero lo importante son los gestos, las fotografías, los rituales, los espacios, las conversaciones.
¿Cuál es su religión? Creo en las inspiraciones de la consciencia. ¿Cuál es el privilegio de los muertos? Nunca más morir. Nunca nadie vivió en el pasado, nunca nadie vivirá en el futuro. El presente es la forma de toda vida.
La película no lucha contra el comunismo, el capitalismo o el nazismo, se enfrenta a la lógica que convierte al hombre libre en indeseable. La historia de cada persona es la historia de la humanidad. Todo es causa y efecto, la vida de un hombre determina su muerte, la vida de la humanidad no puede evitar su muerte. Si la muerte es inevitable, la única labor es mantener vivos el amor, la poesía y el arte.
Natasha me habló con su voz de bella esfinge. Recordó palabras prohibidas y susurró que debes conectar este filme siguiendo la línea punteada de tu historia para llegar a los amantes que sobreviven al fin del mundo. Ellos escapan del planeta ciudad cruzando el espacio por carretera a bordo de un descapotable. Tienes que verla. (Ab.)
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