Malcolm & Marie - Sam Levinson (2021)

Esta estupenda película, estreno de Netflix, es agotadora y bella. Si bien se toma tiempo para criticar a los críticos de cine por tener una visión que siempre parte de la biografía del director (género, raza, trayectoria, ideología, etc.) y no se concentra en lo mostrado en pantalla, no creo que su mensaje principal sea ese. Ningún director, ningún artista, podría esperar que todos los espectadores tengan la misma lectura de su obra. Si quisieran eso tendrían que ser absolutamente planos y además explicar su trabajo antes de exponerlo. Incluso así sería difícil que todos pudieran estar de acuerdo con la interpretación del creador. Recuerdo que en una entrevista del cantante Seal, le preguntaron la razón para no incluir las letras de sus canciones en el álbum. Contestó que él había estado enamorado de canciones que había malinterpretado y que cuando pudo leer los versos se sintió decepcionado. Ya tenía sentimientos por su versión errónea y la encontraba mejor que la correcta. De modo que no incluir sus letras para permitir el error y que la gente tuviera versiones personales. En otras palabras, le parecía importante que las canciones significaran cosas distintas para cada persona.

Uno de los diálogos de la cinta apoya este punto de vista. El personaje masculino señala que las películas no necesitan un mensaje, necesitan electricidad, corazón, misterio, emociones. Lo que me lleva a pensar en el misterio de hablar sobre una película y cómo cada espectador refleja vivencias propias en su interpretación. 

Vayamos a la cinta. Un matrimonio, hombre y mujer, Malcolm y Marie, director de cine y modelo, vuelven a casa después del estrenó del filme que él dirigió. Nada se muestra de ese filme, pero lo construimos en la mente para seguir el hilo de la conversación. Del mismo modo en que ahora escribo sobre el filme Malcom & Marie, la pareja en pantalla discute sobre un filme inexistente, su proceso de creación, la recepción del mismo y describen algunas escenas. El filme del que hablan fue construido con base en las experiencias del director y su esposa. Ella está molesta porque él no le agradeció, o eso dice. 

Durante la discusión se muestran dos puntos de vista, la percepción femenina y la masculina. Los monólogos que cada personaje vomita están llenos de emociones reales. Hay dolor, envidia, celos, deseo, etc. Marie, por ejemplo, elabora el agradecimiento que le hubiera gustado que Malcolm le hiciera. Me parece muy real, no hay modo de que un hombre piense en esos términos, con esas palabras y en esos detalles. Quizá es más correcto decir que ni Malcolm ni yo podríamos jamás haber pensado así. Las palabras de Marie, aunque perfectamente lógicas y claras, no podrían haberse organizado así en mi cerebro. Es un punto de vista femenino que está fuera de mis posibilidades. Por otra parte, las respuestas de Malcolm son cosas que he dicho y que he hecho. 

La cinta está en blanco y negro, utiliza a un hombre negro y a una mujer mestiza, usa jazz, es autorreferencial, es sexy y forma parte de una larga tradición de películas de pareja. Lo que quiero decir, es que tiene todo lo necesario para ser considerada una cinta de arte y ganar premios.

Cuando era menor de treinta, el poco cine francés que veía tenía esta estructura. Eran parejas que jamás contestaban directamente, decían amarse y gastaban el tiempo peleando. Yo odiaba esas cintas.  Ese amor, esa pasión atormentada, me parecía nociva, indeseable. Sin embargo, viví relaciones así. Ahora entiendo que esas relaciones desgastantes tienen su encanto pero no son un ejemplo a seguir. Ahora disfruto de esas películas porque ya he caminado por esas veredas. Ahora sé que sirven como mal ejemplo.

Si el filme emociona es en gran parte al excelente trabajo de los actores Zendaya y John David Washington. Creo que ambos pusieron todo su talento y supongo que lo verán recompensado. Pero creo que el guión les permite hacer un buen trabajo. Sobre todo se me quedó en la cabeza el asunto de no aceptar el amor porque no nos pensamos capaces de merecerlo. Nuestra biografía nos va convenciendo de ciertas cosas que después no sabemos hacer a un lado. Es muy difícil entrar a un relación si prejuicios. No me refiero únicamente a los amores, cualquier relación está vista a través de nuestra historia. para mi ese es el corazón de la cinta, ese es el hilo al que todos se pueden conectar. Supongo que todo el arte sirve de terapia. Pero, mírala tú y saca tus propias conclusiones. Lo más importante es si la cinta te habla o no, si te sirve o no. (Ab.)

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