L'incredibile storia dell'Isola delle Rose - Sydney Sibilia (2020)


La increíble historia de la Isla de las Rosas
está en Netflix y se basa en una historia real. La cinta es italiana y está en italiano, quizá por eso le tuve buena fe. Considero necesario avisar que está marcada como comedia pero me pareció de lo más serio que he visto. Quizá la etiquetaron así para que pase desapercibida. La historia es la de Giorgio Rosa, un ingeniero que construye una plataforma en los límites del mar territorial italiano y que se proclama estado soberano el 1 de mayo de 1968. No es una broma. Es decir, cualquier con dinero suficiente podría fundar su propio estado en aguas internacionales. Este experimento se podría hacer hoy. Pero supongo que terminaría igual que la isla de la cinta, demolida en marzo de 1969. La plataforma tenía 400m2 y agua dulce extraída del fondo del mar. Su primer habitante fue un náufrago y tardó años en construirse. Todos estos detalles curiosos son mostrados en la cinta. Lo verdaderamente importante de esta bella película no es la historia de amor, ni las dificultades técnicas de la construcción y abastecimiento. Lo importante es que muestra la molestia que causa al sistema cualquier acto de verdadera libertad.

El estado italiano reaccionó a la construcción y bloqueó la navegación a pesar de que excedía su competencia. Es decir, cualquier objeto que se encuentre fuera del mar territorial no es competencia de un estado y no hay razón para que sea atacado.

El ingeniero Rosa incluso recurrió al Consejo de Europa en Estrasburgo, Francia, para defender su propiedad. Es decir actúo en congruencia con su idea de isla nación y dentro del marco jurídico internacional. Sin embargo, el estado, cuando menos en el filme, intentó comprar la voluntad de los involucrados, sobornarlos para que abandonaran la isla. Giorgio incluso recibió ofertas para vender el inmueble. 


En 1968 esto era una gran revolución, quizá Italia se sentía amenazada por la guerra fría. Sin embargo, hoy sería igual o peor. Las naciones se creen con derecho de controlar a sus ciudadanos y cualquiera que busque salir de la trampa es visto como una amenaza. 400 metros cuadrados sin tierra fértil fueron suficientes para indignar a un gobierno. No perdamos de vista que esto fue un caso real. La libertad hiere al sistema. Si la isla hubiera solicitado permiso a Italia y hubiera pagado impuestos, no hubiera sido demolida. Además, no me trago que Italia haya actuado sola. La cinta muestra la desaprobación del Vaticano, lo que me lleva a suponer que hubo presión de otros países.


Lo que molestó a las autoridades italianas es que no tenían control sobre las actividades de la isla. Aun con estas muestras de autoritarismo, hay personas que niegan la posibilidad de una acción coordinada por los gobiernos del mundo. ¿Es en serio? Supongo que esa gente desconoce la ONU. 

Dejando a un lado las teorías conspiracionistas. La película es magnífica. Todo está armado de tal modo que provoca emociones. Por una parte, dan ganas de tener una isla propia, alejada de los gobiernos actuales. Por otra, hierve la sangre cuando las autoridades exceden sus atribuciones sin consecuencias. Y por otra, te hace pensar en la genialidad de contar con ingresos a pesar de carecer de superficie agrícola. Esta cinta me parece maravillosa. (Ab.)

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Comentarios

  1. Ya la vi y estoy de acuerdo con tu opinión. Caso real, busque la historia real y es muy cercana a la película. Interesante y atemporal.

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