The Iron Giant - Brad Bird (1999)

 


EL GIGANTE DE HIERRO, en Max, es una cinta que tiene alma pero se descuida en las cosas simples. Esta es la historia de un niño, Hogart, que hace amistad con un ente muy grande que llegó del espacio que come chatarra. Siendo un ser avanzado no tiene lógica que tenga forma humana, ni que su tamaño cambie tanto entre escenas, ni que comiendo tanto plástico no tenga desechos. En fin, eso no es lo importante. La cinta dura 1hora y media, pero funcionaría mejor como corto. El desarrollo de Hogart, su madre, el padre ausente, el escultor chatarrero y el agente del Estado que llega a investigar es un poco lento. Al principio, el robot no parece tener un propósito, está de vacaciones disfrutando el momento, aprendiendo un idioma, haciendo amigos. Pero en cuanto detecta que le apuntan con un arma se transforma y se convierte en una máquina asesina
. Entonces la cinta crece y muestra otros puntos de vista. El mismo robot que destruye la central eléctrica y se come los autos, puede borrar del mapa al ejército de Estados Unidos. Lo primero lo hacía porque su naturaleza le exigía alimentarse, lo segundo lo haría por conservar su existencia. 

Entonces resulta evidente que los adultos tienen más miedo que el joven. Eso es lo extraordinario. No hay donde esconderse. Los que tienen las armas, tienen miedo y le ven cara de enemigo. No hay espacio para una convivencia de igual a igual. Primero se intenta someter y después averiguan. Esa estrategia funciona con  los débiles pero no con un ser poderoso.

El ejercito está diseñado para atacar y el gigante para defenderse. Sin embargo, el robot está en deuda con Hogart y aprendió en su breve estancia que no siempre hay que reaccionar. En consecuencia, decide proteger a los humanos de su estupidez y su miedo. 

Es curioso que en todas las cintas en que llega un alien, el ejército deba controlar el contacto. En Arrival (2016) hay traductores, pero al servicio del ejército. En Hombres de negro (1997) la agencia es para control y defensa. En otras cintas puede haber otro tipo de personas, pero siempre hay en el fondo la idea de conflicto y amenaza. 

Este filme considera que el mejor representante humano para atender a un extraterrestre es un niño. Supongo que el director ama E.T. the Extra-Terrestrial (1982). Lo cierto es que estamos gobernados por gente violenta con miedo. La terapia psicológica debería ser obligatoria para todos los servidores públicos. Con mayor razón para los que portan un arma.

La animación no es maravillosa, pero la parte aburrida se compensa con un final que obliga a pensar y que guarda una sorpresa. Supongo que el filme esta hecho para niños pero el mensaje es para todos. Si algún día llega un marciano, lo más seguro es que habrá pleito y los platos rotos serán nuestros. Deberíamos analizar la posibilidad de otros modos de relacionarnos. (Ab.)

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