I Am Not a Witch - Rungano Nyoni (2017)
NO SOY UNA BRUJA está en Amazon. Un filme que cautiva por sus silencios, sus cantos y sus imágenes surrealistas. La historia es sobre una niña que aparece en un pueblo en Zambia y la gente comienza a acusarla de ser bruja. No hay razón para llegar a esa conclusión pero quién investiga el caso tiene por único objetivo mantener la calma en el poblado. Así se echa a andar la maquinaria que permite a un funcionario público tener un grupo de mujeres acusadas de brujería como esclavas, atadas con largos listones para que trabajen en el campo sin recibir pago. Pero esta cinta no es un drama judío al estilo de los campos de concentración. Esto es exactamente lo mismo pero a través de los indomables ojos de Africa y esos ojos no abusan de la queja y la autocompasión. Las supuestas brujas no van a morir pronto, vivirán muchos años trabajando y siendo un atractivo digno de selfies para turistas imbéciles. (Cabe señalar que la practica de visitar comunidades y tomarse fotos con niños es igual de idiota en Africa que en México). La chulada de niña es incorporada a la comunidad de brujas a través de algunos ritos y recibe el nombre de Shula (desarraigada).
Cualquier parecido con las prácticas descritas en el Malleus maleficarum, no es coincidencia. Los europeos, que hoy se sienten dueños de la inteligencia, tuvieron prácticas semejantes, pero eran más crueles que las africanas y por eso las prohibieron.
En una escena Shula recibe la opción de ser una cabra o una bruja. Escoge ser bruja y después se arrepiente. Los largos listones blancos que atan a las mujeres están firmemente atados a su mente. Ellas podrían huir pero están convencidas de su destino.
La cinta nunca explica quiénes son los padres de Shula, ni cómo llegó al poblado. Quizá Shula sea una bruja, quizá puede atraer la lluvia. Quizá sólo busca ser vista y formar parte de una comunidad, pero su edad la hace especial y ser única la aísla de todo.
La tristeza de verse obligada a mentir, de tener que fingir que puede distinguir la verdad entre tantas mentiras, de no tener la oportunidad de educarse y de no poder convivir es más fuerte que la posibilidad de convertirse en esposa de un político corrupto. Ella es un peón en un juego de ajedrez, la ausencia de libertad le quiebra el alma. (Ab.)
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