Noah - Darren Aronofsky (2014)

Noé es una gran película y puedes verla en HBO Max. Debido a las malas críticas, no la había visto. Supongo que el trabajo de Aronofsky no es del gusto de las mayorías. El mito de Noé en el cine tuvo mucho éxito con su versión cómica Evan Almighty (2007) con Steve Carell. Comparada con aquella Noé es muy pesada. Si bien la historia bíblica sobre la construcción del arca y el trasporte de los animales está allí, la diferencia es la manera de mostrarla. Para conectar con este filme es requisito ser consciente de que Dios habla a Noé a través de sueños. Noé es un obediente, privilegiado y maldito, está cumpliendo órdenes, y nadie pidió su opinión. Si no tienes en cuenta ese detalle, simplemente no podrás entrar. Ser el elegido es una carga. Al inicio de la cinta, el padre de Noé intentar hacer un ritual para transmitir a su hijo una reliquia. El objeto que pretende entregar parece una piel desechada. Se entiende que se perteneció a la serpiente que tentó a Eva. Supongo que Adán la conservó y ha pasado de generación en generación. La piel es el símbolo del pecado original, de la desobediencia. 

Aronofsky explica que los ángeles que se rebelaron con Satanás viven en la Tierra transformados por Dios en seres de piedra volcánica. Debido a que los hombres han descubierto el modo de matarlos, ya quedan pocos y protegen su territorio violentamente. El planeta es casi estéril, los hombres casi han agotado los recursos y se mueven en busca de alimentos y un mineral importante. Matusalén es abuelo de Noé y se ha recluido solo en lo cima de su montaña. La noción de propiedad parece relativa, pero es "su" montaña, supongo que Jehová se la escrituró.

Dios ordena a Noé crear el arca y para ello lo envía con Matusalén. Allí, el abuelo le obsequia una semilla traída del Paraíso que hace resurgir la vegetación y el agua. Noé solicita la ayuda de los ángeles y ellos aceptan hacer el trabajo pesado de la construcción. Todo lo anterior es sólo contexto pero visualmente interesante.

Lo importante la construcción del drama al interior de la familia. Ni la esposa ni los hijos de Noé hablan con Dios. Por lo tanto, dudan de la orden divina, no se sienten obligados por ella y desafían a Noé. Él debe escoger entre Dios y su familia.

Es cierto que la cinta tiene un tono en exceso ecologista, el mensaje de terminar con la humanidad para que la Tierra vuelva a convertirse en el Paraíso es lógico, pero parece misántropo. Aunque no es otra cosa que la voluntad de Dios. 

Este filme reduce al mínimo los resortes del drama. La familia no entiende las acciones de Noé y la explicación sobre la voluntad divina es rechazada. Un segundo basta para que esposa e hijos dejan de ver en Noé al mensajero de Dios que les salvó la vida y lo vean un monstruo caprichoso que va en contra de su voluntad. Los hijos creen tener derecho a tomar una mujer y tener hijos. Noé es un obstáculo y se hace necesario eliminarlo.

A pesar de su obediencia, Noé se siente culpable, quisiera complacer a su familia. Así descubre que el mal está en todos, en su esposa, en sus hijos y en él mismo que desea ignorar las instrucciones de Dios. El mal es simple, basta poner al yo antes que a Dios. Si Aronofsky se hubiera atrevido a más, hubiera causado un escándalo. Pero permitió que Noé doble las manos y que su esposa lo perdoné. No es posible culparlo. Si Dios hubiese querido evitar la propagación de los hombres, los mata a todos y se acabó la fiesta. Si no lo hizo, es porque no quería hacerlo. Porque el Dios del viejo testamento es cabrón y pone pruebas de lealtad y cordura a sus elegidos. De cualquier modo, la cinta pega donde duele. Todos somos malos, la cinta lo demuestra, y los ángeles caídos me arrancaron lágrimas al dejar sus vestiduras de roca. Pero si nadie cree en Dios es muy difícil que esta cinta tenga eco. (Ab.)

Si te gustó esta reseña, compártela con un santurrón.