Dream Horse - Euros Lyn (2020)

DREAM HORSE es genial y está en Amazon. Aunque Toni Collette no es mi favorita, disfruté muchísimo está historia. La idea es que una señora, aburrida de su vida, elabora un plan para que ella y sus vecinos compren un caballo de carreras. La adquisición del animal cambia la vida de todos los involucrados y revive el pueblo en que habitan. Es cierto que ver correr a un caballo y recrear la emoción de las apuestas ayuda mucho, pero la fuerza de la cinta está en la posibilidad de imponerse una meta que otros consideran descabellada y avanzar hacia ella con pequeños pasos diarios. Quizá la línea más significativa sea sobre tener una razón para levantarse cada mañana. El proyecto es una razón para vivir y su elección fue natural y libre. No se trata de un credo heredado o de un filósofo explicando cuál es la finalidad de la vida. La cajera de supermercado elige como meta algo totalmente caprichoso y pone todo su esfuerzo en ello. Si la felicidad existe debe ser exactamente eso. 

El pueblo se suma a su propósito y lo comparte. Es decir, cada uno de los involucrados redirige sus esfuerzos para lograr el mismo objetivo. No importa que seas un viejo alcohólico o un asesor fiscal quebrado, puedes tener un objetivo y cumplirlo.

Lo mejor de la cinta es que jamás se siente como un libro de superación personal. El proyecto elegido tiene lógica con los antecedentes de los involucrados. No es como si hubieran querido convertirse en astronautas. Jan y su esposo Brian aman los animales. Howard ya había tenido un caballo de carreras.

La cinta tiene huecos, por ejemplo, nada se habla de la relación del hockey con el caballo o con los dueños y tampoco vemos mucho del entrenamiento o la alimentación. El caballo tiene buenos genes y buena actitud, con eso basta. Esta cinta no son lecciones de equitación ni de crianza de caballos.

Otro asunto entrañable es que la comunidad pasa del egoísmo individual al trabajo en equipo y es en ese nuevo tipo de colaboración en que se sienten satisfechos. Es decir, no hace falta un caballo para cambiar de actitud, pero el animal facilita la sensación de que participan en algo grande, en algo vivo en algo real y eso los mantiene unidos.  

Otro detalle magnífico es que el dinero no es la motivación. Los involucrados aceptan desde el inicio que quizá no vean un centavo de ganancia. Es muy posible que todo su dinero no tenga otra satisfacción que ser dueños de un bello animal. Quizá por eso, cuando hay dinero en el camino pueden superar la tentación y seguir cooperando. Gran cinta que necesita ser vista. (Ab.)

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