Vivre sa vie: Film en douze tableaux - Jean-Luc Godard (1962)
Vivir su vida es un películón. Para mí la mejor que he visto de Godard. En teoría se basó en el libro sobre la Prostitución de Marcel Sacotte. Pero lo más cinematográfico es la inclusión de fragmentos de La passion de Jeanne d'Arc (1928). Las tomas, los bailes, las conversaciones, la música, los silencios, los libros, los cortes extraños, la mirada a la cámara, el ruido de la ciudad, todo muy en el estilo de Godard. Esto no es Pretty Woman (1990). Desde la secuencia del primer capítulo, en la cafetería, cuando se ocultan los rostros de Nana y Paul, todo es extrañamente frío e hipnótico. La película se divide en doce partes y hay algunas fascinantes. Por ejemplo: la conversación con el viejo, el baile junto a la mesa de billar o Nana abriendo puertas en el hotel. Cada capítulo tiene distinto carácter y trata diferentes aspectos. Alguno es casi un tratado sobre el ejercicio de la prostitución y su reglamentación jurídica. Otro, el de la tienda de discos es puro nihilismo y desencanto.
El inicio de esta cinta me recordó Persona (1968) de Ingmar Bergman pero sólo porque la vi antes, aunque quizá Bergman haya encontrado inspiración en esta. La vida de una prostituta me parece muy interesante porque conocen el lado oculto de las personas. No siempre es bueno, pero es real.
Evidentemente, no todo puede se interesante o divertido. Hay peligro y sin sentido. El abuso es una amenaza cotidiana. Los lujos son una triste compensación por todos los malos ratos. La soledad y la explotación, fantasmas omnipresentes.
La paradoja de Aquiles y la Tortuga salta a "Veinte años después" (secuela de "Los tres mosqueteros") para colarse hasta la mesa de un cafe para expresar la falsedad de las palabras, lo irrelevante del error y la importancia de aprovechar la vida.
Quizá la cinta sea tan buena que roba la vida de Anna Karina como sucede en el libro de Poe que aparece en pantalla: El retrato oval. Por cierto, la alegre rola que suena en la rocola es un viaje en el tiempo de Michel Legrand y se titula Swing Swing Swing. Disfrútala. (Ab.)
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