The Prince and the Showgirl - Laurence Olivier (1957)
Me acerqué a esta comedia romántica sólo para ver a Marilyn Monroe y me encontré con un cine sencillo y encantador. Casi todo se desarrolla al interior de un estudio y aunque debería sentirse pesada, los diálogos tienen el ingenio y el humor suficientes para olvidar el resto. La película aprovecha su impulso y logra convencer.
Es cierto que los personajes parecen salidos de una caricatura, pero ¿cuánta gente conoces que vive en el cliché y no puede escapar de la pose? Desde el viejo rico que fuma puro y bebe cognac, hasta la quedada amargada o el fulano que va a un concierto de rock vestido de negro con chaleco de cuero.
Los clichés son usados con gracia. Mientras el príncipe viejo e inseguro se relaja, ella debe esforzarse para resultar simpática y enganchar al pez. El príncipe necesita ser acartonado para conservar la falsa superioridad que da razón a su existencia y la corista necesita ser divertida para poder soportar la farsa sin ser una arpía. Conoces el juego pero no sabes hasta dónde llegará. Cine simplón pero muy disfrutable. (Ab.)
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