Bande à part - Jean-Luc Godard (1964)


Band of Outsiders
o Banda aparte es un filme clásico, de esos que dieron fama a Godard y al cine francés y que dejaron huella en una avalancha de películas posteriores. Nadie duda de su importancia y trascedencia. La experimentación en el uso de la música y la voz en off, la frescura de los juegos y de los bailes, el ímpetu de la mujer protagonista, el existencialismo de los hombres, todo emana un aura realista que me parece angustiante. Me hace sentir que mis padres vivieron entre personas así y que he vivido sin malicia la mayor parte de mi vida. La trama es simple: Una joven, Odile, estudia inglés en un instituto de barrio y allí conoce a Franz. Por hacer plática Odile le cuenta que, en la casa en que habita, vive un hombre que tiene una cantidad considerable de efectivo a la mano. Franz le cuenta a Arthur, un cómplice, y él cuenta la anécdota a toda su familia. De pronto, robar ese dinero es la obsesión de varias personas. 

La conducta de Odile me aterra. Me recuerda esas historias de la doméstica que se hace novia de un cualquiera en el parque y le sacan información para robar la casa en que trabaja. La mucama incluso se enamora del ladrón, lo ayuda a robar la vivienda y queda sin trabajo y con un hijo sin padre. 

La mujer no parece tonta, da la impresión de que su vida es aburrida y quiere experimentar emociones, aunque el costo de ellas sea muy alto. También parece que nunca tuvo padre y que está un poco desesperada por atención masculina. 

Franz y Arthur no tienen interés en otra cosa que en el dinero y en pasar el día vagando. No presionan mucho a Odile e incluso le regalan algunas de esas emociones que ella busca. Ella se deja llevar y causa cierta tensión entre  los cómplices.

El robo sale pésimo, que miedo ser asaltado por aficionados. Mientras veía la película pensé un modo súper simple de ejecutar el golpe y a prueba de fallas. Ni siquiera se necesitaban armas, mucho menos una escalera. Lo más divertido de toda la cinta es que el perro, aunque encadenado, es un pan de Dios.
Supongo que con malas compañías y un poco de tontería es muy fácil arruinar la vida en un día cualquiera. Entiendo el encanto de esta cinta, pero yo la sufrí. Además los protagonistas parecen señores, gente de 30 con una mente de 17. ¡Qué miedo! (Ab.)

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