Fear and Loathing in Las Vegas - Terry Gilliam (1998)
FEAR AND LOATHING IN LAS VEGAS está en Netflix y no es una película fácil. No es para todos. ADVERTENCIA: NO INTENTES COMER MIENTRAS LA MIRAS. Es una especie de diario de viaje que intenta recordar todo lo que hicieron un par de amigos en un viaje para consumir todo tipo de drogas. La película viaja de lo circense a lo asqueroso, de lo provocador a la locura. Nunca he sentido la necesidad de experimentar mis límites y las ocasiones en que los he alcanzado lo he pasado mal. Este par de amigos rebasan continuamente lo grotesco, lo violento y lo sucio sin tener una resaca física. Mucho menos una resaca moral. Para mí la cinta rompe toda verosimilitud y por eso, a pesar de que algunas líneas me parecen extraordinarias y reí en un par de ocasiones, no la pude disfrutar. No imagino hacer un desmadre, del tamaño que se muestra, en un cuarto de hotel o ingresar en auto a un aeropuerto y no ir directo a la cárcel a pesar de pagar los daños. Quizá Las Vegas sabe que tipo de gente los visita y ya no se sorprenden, pero mi inteligencia reconoce la diferencia entre usar y abusar.
Ver a Johnny Depp y Benicio Del Toro en su peor versión no es agradable. Confieso que sentí repulsión y que tuve que detener la cinta varias veces. Toby Maguire y Cameron Diaz están de relleno. Christina Ricci siempre me ha parecido fea y desagradable y aquí está en ese plan. Christopher Meloni es el que se roba la película en su breve aparición como recepcionista de un hotel.
La cinta tiene un mensaje triste, la generación de los sesentas perdió el rumbo y se diluyó, fue absorbida por el sistema o simplemente no supo mantener el impulso para hacer algo concreto y real. Encontrar los límites no obliga a que la experiencia sea útil, aunque debería serlo. Si estás en plan de encontrar algo fuera de lo común, esta cinta es para ti. (Ab.)
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