The Disciple - Chaitanya Tamhane (2020)
El discípulo está en Netflix. Se trata de una cinta india que muestra mucho oficio pero que siento un poco inaccesible para los mexicanos. El problema no está en lo cinematográfico ni en la actuación, el asunto es totalmente cultural. La cinta trata sobre un hombre joven que dedica su vida a la música clásica india. No sé tú, pero nada sé al respecto y mi oído no está entrenado para calificar música tan distinta a la que consumo regularmente. Quizá si eres un músico profesional puedes apreciar diferencias en los números musicales, pero el resto de los mortales probablemente se quede en blanco. Nunca encontré desagradable la música, pero no distinguí lo bueno de lo malo sino por los comentarios del gurú. La cinta muestra las reacciones del público pero sus movimientos de cabeza son peculiares y mi destreza social es débil, de modo que no me hace un criterio de la calidad del artista. Se entiende que el tipo no tiene el talento, duende o don y nunca llega al nivel necesario para honrar su tradición. Por ello, termina dando un giro a su carrera. Heredó la tenacidad de su padre, ambos tenían gran interés en la música, pero no tenían las facultades necesarias para ser artistas.
Aunque esa es la lectura natural, tuve la impresión de que hay otra. El personaje principal escucha de manera ritual las cintas que grabó la maestra de su gurú. Esas grabaciones tienen un carácter ascético que compara la música con una vía de la iluminación. Como en la filosofía Zen, cualquier actividad es un buen vehículo para crecer espiritualmente.
Sin embargo, en una reunión con un coleccionista se entera de los rumores que corren sobre la vida de dicha maestra. Enterarse de los chismes rompe su fe. Al final, no estoy seguro de si el tipo acepta no tener el don o simplemente descubre que ha sido engañado por un falso gurú. Me gustaría conocer su opinión.
Sin importar cuál haya sido la verdad, la decisión que toma es totalmente práctica. La película cierra y resulta difícil de tragar que la vocación fracase. El cine occidental siempre concluye con una victoria para el protagonista, esa victoria puede ser muy relativa; pero en esta cinta, el triunfo sabe tanto a derrota, que, a pesar del enfoque práctico y positivo, sentí frustración.
Supongo que el fracaso es parte de la vida y, aunque se rompa el corazón, hay que levantarse e intentar nuevos caminos, sin importar la edad. Se vale empezar de nuevo tantas veces como sea necesario. (Ab.)
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