Danyka, Mar de fondo - Michael Rowe (2020)
Este filme me dejó pensando en la intención de un director al realizar un filme. No conozco al director, no sé quién es ni cuales son sus circunstancias. No lo investigué porque considero que todo filme debe hablar por sí mismo. Me parece que éste nació de algún hecho real que el director vivió, ya que también es el guionista. La cinta trata sobre una pareja, Armando y Tere, que viaja a visitar a unos amigos que viven en la playa, Chayo y Neto. Las acciones ocurren en un único día. Armando conoce allí a Danika, una menor de edad (16) inteligente y atractiva. El encuentro, hace que todas las certezas de Armando (el nombre no es casualidad) queden en duda. No voy a mentir, esta película es difícil de digerir. Yo retrasé la escritura de esta reseña porque no estaba seguro de qué había visto. No sabía si era un ejercicio de autocontrol o una exploración de la belleza o una muestra de cuantas cosas puedes ver en pantalla sin que sean dichas por los personajes. Aunque creo que sé por dónde va esta cinta, sería una locura decir que descubrí la intención del director. Pero si tengo una teoría que someto a su análisis.
Mi interpretación se basa en cuatro elementos significativos: el libro de Herman Hesse, Siddhartha que Armando lee; el enorme cascarón vació de un hotel que nunca terminó de construirse; el mar; y la declaración de Neto: "lo que pase en el futuro (cuando esté muerto) no me importa". Además necesito mencionar la frase de Jorge Reyes: "Estoy tan acostumbrado a estar vivo que ni cuenta me di cuando volví zopilote".
El filme es muy disfrutable, por el sonido del mar, por la belleza de Sasha González y por la ausencia de música. Deberían verlo, está en Amazon. Es cierto que aparece Demian Bichir y que parece coquetear con las ideas de la 4T. Pero es mucho más que eso.
Siempre he sentido un profundo desprecio por los adultos y la razón para esto es que están muy atados a sus opiniones. Consideran a sus opiniones verdades incuestionable. Es más fácil que nazca una flor en el desierto a que un adulto cambie de opinión. Esto no tiene que ver necesariamente con la edad, hay viejos muy jóvenes y hay niños que nacieron adultos.
El libro Siddhartha trata sobre un hombre que no cree haber descubierto la verdad y que está dispuesto a cuestionar cada momento de su vida. El mar está vivo está en constante movimiento y además, según señalan los personajes, está avanzando sobre la Tierra. Armando fue un joven inquieto y ahora se siente a gusto. Cree que su evolución ha concluido. Armando es la Tierra firme y Danika es el mar. El mar lame la tierra. Lo que queda de Armando es el cascarón del hotel, se queda vació, se percata de que se ha vuelto rígido, que cree tener el mundo resuelto, pero el contacto con Danika quiebra sus certezas.
Armando escucha a Neto decir que vivirá allí, de lujo, los años que le quedan. No importa que el mar se trague su casa. Todos somos pasajeros. Estamos aquí por un rato, pero cuando dejamos de pensar, en ese instante nos transformamos en viejos zopilotes, somos rígidos y ridículos. Podemos vivir así el resto de nuestros días, pero es una vida vacía.
Armando llega al mar siendo como Neto y Danika lo devuelve a la incertidumbre de la juventud. Armando no se vuelve loco, no tira por la borda todo lo que tiene, su cambio es radical sin ser estúpido. Simplemente vuelve a ser joven. (Ab.)
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