Three Christs - Jon Avnet (2017)


Tres Cristos
cuenta hechos sucedidos en 1959 en el Hospital Ypsilanti de Michigan:  El doctor Milton Rokeach reunió a tres pacientes que creían ser Jesucristo, intentó curar la esquizofrenia y escribió el libro Los tres Cristos de Ypsilanti.  El filme cambia el nombre del médico por Dr. Alan Stone pero retrata dicho tratamiento experimental de manera muy ligera y transforma todo en una malteada de vainilla. Para empezar el asunto es endulzado con la presencia de estrellas: Richard Gere, Peter Dinklage (el de la serie Game of Thrones), Julianna Margulies (de la serie The Good Wife) y Walton Goggins, entre otros famosos. La historia era demasiado políticamente incorrecta para estos tiempos, así que la pulieron pero se les pasó la mano. Que los electrochoques fueran un tratamiento médico aceptable, hoy parece una barbarie inconcebible. Incluso el hecho de confrontar a los tres cristos me parece violento. El doctor interpretado por Richard Gere debió ser ambiguo. Es decir, no fue un héroe que amara a sus pacientes, fue un manipulador que buscó hacerse famoso. En la película incluso termina peleando con el director del hospital por dicha fama. Cosa que se borra al final con la frase de que los pacientes lo curaron.

Nunca he dudado de que para ser médico se necesita de un narcisismo especial, debes jugara ser Dios. Supongo que es normal experimentar con los pacientes, más en instalaciones en que las personas están privadas de la libertad. Sin embargo, verlo en pantalla es repelente en Atrapado sin salida (1975), no en este filme. Es decir, mirar a alguien que se cree poseedor de la verdad y que puede enviarte a una sesión de electrochoques por tu bien debería causar terror. 

Los actores que interpretan a los pacientes no logran transmitir la enfermedad mental ni el miedo a la electricidad o a la violencia. Sus actuaciones parecen de prisioneros cómodos que comen bien y ven TV, nunca se siente la duda sobre lo real y lo ficticio y tampoco transmiten convicción en su rol de Jesucristo. Estuve esperando que explicaran su coexistiencia. Si Dios es omnipresente resulta fácil que asuma tres cuerpos distintos. Nunca se tocó el tema. Cabe subrayar que los tres creían ser Dios, no sólo el hijo de Dios. La torpeza del médico en el tratamiento es evidente porque es un judío que no cree en Dios. Obviamente desconoce cómo destruir al personaje y jamás se toma la molestia de estudiar al Yisus.

Quizá lo más interesante de todo es la relación del médico con su asistente y su esposa. La anécdota sobra en el filme, es puro relleno pero es lo mejor. La mujer se convirtió en esposa después de ser la asistente del médico y obviamente está celosa de que ocupen su lugar. 

Supongo que los defectos de la cinta surgen por pretender cierto  realismo. Pudo ser una alocada comedia que jugara con el carácter de la figura mitológica y demostrara la inexistencia de Chuchito. Pero para eso hubiera necesitado un psiquiatra cristiano que hubiera perdido su fe y hubiera leído La rama dorada

En la cinta, los pacientes no saben gran cosa sobre Jesucristo y jamás explican cuales son sus atributos o las razones para elegir ese personaje y no Napoleón. El filme se queda corto. Se hace tan dulzón que al final parece una cinta de Disney en que Mr. Dinklage decide morir para salvar a todos. Hueva. (Ab.)

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