His House - Remi Weekes (2020)

Su casa está en Netflix y tiene la garantía de la BBC. El título ya nos indica que esta vivienda pertenece a alguien. La pregunta es: ¿Quién es el propietario de la construcción? ¿Qué implica la propiedad? ¿Qué significa poseer un espacio? ¿Qué razones nos generan apego a un techo? Este filme juega con la ambigüedad. Hay dos versiones que se trenzan para no permitir su separación. Quizá se muestran dos interpretaciones de los hechos desde puntos de vista que actualmente se consideran antagónicos pero no los son. Una pareja escapa, arriesgando la vida, de su país de origen en Africa y en su camino hacia Inglaterra se generan heridas profundas. Los migrantes son recibidos pero no son aceptados. El rechazo del entorno es evidente. Unos de ellos, el hombre, desea transformarse en lo que el entorno dicta; la otra parte, la mujer, se niega a ser algo que no es.

El choque cultural se hace evidente y ello genera un laberinto emocional que incluye un minotauro. No sabemos si lo que sucede tiene profundas raíces psicológicas y emocionales o si estamos frente a una experiencia sobrenatural. Yo creo que son la misma cosa.

Evidentemente el punto de vista occidental se niega a aceptar que el mundo es algo más de lo que puede explicar con ciencia, pero los que venimos de contextos culturales tradicionales sabemos que la ciencia es limitada porque es sólo una interpretación de la realidad.

En el filme, hombre y mujer deberán aceptar su origen y hacer las paces con el pasado. Un occidental te diría que necesitas horas de terapia para examinar los sentimientos de culpa que te persiguen. La pareja acepta lidiar con el asunto desde otra perspectiva, la suya, la que conocen, la que les da identidad.

¿Qué registraría una cámara si estuviera en el lugar? ¿Qué sucede entre esas cuatro paredes? Los animistas creen que hay deidades por doquier. Espíritus que cuidan una colina o una montaña o un lago, presencias que habitan una roca o un lago. En el shamanismo, un hombre puede tomar la forma de un cuervo y volar. En la cinta hay un ser que reclama la vida del hombre y la pareja que quiere rehacer su vida en Londres se ve obligada a dar explicaciones de sus creencias y su estilo de vida. 

Es occidente imponiendo su cuota de homogeneización a una pareja que sólo busca empezar de nuevo. Ellos jamás serán quienes fueron y jamás se adaptaran por completo a la estructura mental que se les exige. 

Gran historia, bella fotografía, gran elenco, grandes actuaciones. El cine debería ser siempre así, películas que hablan de cosas importantes sin renunciar a la diversidad de miradas. Son ventanas que te permiten observar otros mundos que se esconden en este. (Ab.)

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