Les Misérables - Tom Cooper (2012)
Los Miserables es el ejemplo perfecto del melodrama. La receta de la lucha entre el bien y mal se cumple rigurosamente, las moralejas aparecen a cada rato y la música lo llena todo. ¿Ya te dió miedo? Pues sí, yo tuve que vencer mi miedo y abrir mi mente para poder ver esta película. Un profesor nos explicaba paso a paso todo lo que no resulta obvio. El filme se basa en la novela de Víctor Hugo del mismo título y está muy bien hecho. El fondo de la historia es la lucha entre la ley y la justicia. La ley es personificada por Javert (Russell Crowe) y la justicia está a cargo de Jean Valjean (Hugh Jackman). No puedo ni imaginar cómo fue que Wolverine y Maximus se atrevieron a cantar. Para mí lo que vale la pena es ver a Anne Hathaway los pocos minutos que parece en pantalla. El resto es un horror. No me gusta ni explicada. Además creo que las voces son malas.
El filme es especialmente desesperante para mí por la simple razón de que detesto a Javert. Sólo un policía idiota puede creer que su labor es cuidar el orden. El hecho de que Javert esté convencido de estar haciendo lo correcto es lo peor de todo. Entre Javert y Thénardier (Sacha Baron Cohen) elijo al segundo porque está consciente de lo que hace.
Nada hay peor que aquellas personas que viven y defienden la fantasía de la sociedad perfecta. Todos tenemos razones para hacer el bien o el mal según sea nuestra inclinación, pero un policía no puede darse el lujo de creer que hace lo correcto cuando defiende una ley injusta. Es muy posible que su trabajo le obligue a hacerla cumplir, pero no puede ser un idealista, debe saber que aplica una ley a cambio de dinero.
Entiendo que hay muchas razones para considerar buena esta película pero yo no puedo con ella. Guácala de perro. (Ab.)
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