A Simple Favor - Paul Feig (2018)
Un pequeño favor es una película inteligente, basada en una novela del mismo nombre escrita por Darcy Bell. El tono de la misma es el de un cuento de hadas. Lo que quiero decir es que hay referencias explícitas al cuento de Hansel y Gretel y que toda la historia se basa en la idea de que automáticamente asignamos roles a los actores con base en su apariencia. El personaje interpretado por Blake Lively, Emily Nelson, se viste muy sexy, es alta, delgada, rubia, vanidosa, segura de sí misma, ambiciosa, mala madre, utiliza su sexualidad y bebe como camionero, en otras palabras, es una bruja dueña del castillo. Por el contrario, el personaje de Anna Kendrick, Stephanie Smothers, cómo su apellido indica, es una madre ideal, una súper mom muy activa, una especie de Blanca Nieves post moderna, chaparrita, recatada, viuda, reprimida que atosiga a su hijo, vive en una cabaña y admira el desenfado con que se conduce Emily. Ambas luchan por el amor del Rey/Leñador/Espejito que es el esposo de Emily, Sean Townsend, interpretado por Henry Golding.
En este cuento de hadas, la bruja ha desaparecido y la más interesada en encontrarla es Blanca Nieves. Tiene un par de razones para hacerlo: una, está cuidando al hijo de la bruja; y dos, sin saber dónde está la bruja no puede tener el sexo con el rey.
Es un pleito entre mujeres en el que el hombre es tan sólo el espejo/trofeo que indica quién ganó el combate. El espejo es un poco promiscuo así que quizá declare vencedora a otra mujer.
Mucho vaivén es necesario para hacernos dudar sobre quién ganará este pleito, pero nosotros ya sabemos el resultado. No obstante, es divertido ver las peripecias necesarias para llegar al desenlace.
La fotografía llena de luminosidad y colores pastel está allí para recordarnos que estamos viendo un cuento en el que el bien triunfa sobre el mal y que las brujas deben hacerse a un lado, sin importar cuán sexy sean, para que la heroína logre triunfar.
Miss Lively luce guapérrima, aunque no tanto como en The Shallows (2016) y aunque Anna tiene algo, cuando están juntas es evidente quién es la más guapa. Para los hombres, la película vale la pena, tan sólo por ver a estas mujeres. Yo me divertí. (Ab.)
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