3 Godfathers - John Ford (1948)

Tres hijos del diablo o Tres padrinos es el título de esta extraña mezcla entre las películas de vaqueros y la comedia indecisa filmada en el Parque Nacional del Valle de la Muerte en California. Si naciste en los setenta, estoy seguro que viste y disfrutaste la película Tres hombres y un bebé o 3 Men and a Baby (1987) que no es otra cosa que una actualización  ligera de este filme, que a su vez es una adaptación extraña de las historia cristiana de los tres reyes magos. La historia es muy simple: dos gringos y un mexicano forman un equipo disparejo de bandidos que asaltan el banco de un pequeño poblado llamado Welcome Arizona y son perseguidos por el shérif B. Sweet. El representante de la ley los deja sin agua, de modo que quedan obligados a vagar por el desierto en busca de algo que beber. Un hombre herido, una tormenta de arena, la pérdida de los caballos y un pozo dinamitado son algunos de los inconvenientes con que se toparán. Pero el imprevisto más significativo es el hallazgo de una mujer viuda a punto de parir.
La inocencia de las películas de antes es adorable. Los bandidos de hoy día no se comportarían como aquellos y los productores de hoy no se animarían a hacer una película con bandidos tan buena gente y creyentes.
La película explícitamente cita a los tres reyes magos y la estrella de Belem, aunque estos padrinos no llevaban oro, incienso y mirra. Un dato importante del filme es que los bandidos son John Wayne, Pedro Armendáriz y Harry Carey Junior, es decir se trata de un western en forma, a pesar del giro de tuerca del bebé y la magia navideña.
Una cosa digna de ver es el final feliz con su nota amarga. John Wayne deja de ser un simple bandido y se convierte en un héroe. Si eres tan malpensado cómo yo notarás que los actores nunca jamás han estado en una tormenta de arena real y que la esposa del comisario está demasiado interesado en quedar bien con el bandido.
Esta película es de esas que tienen la culpa de que pensemos que todo tiempo pasado fue mejor. Incluso cuando la incorrección política y el racismo brotan uno tiende a dejarlo pasar. ¿Hay alguna razón para qué el mexicano crea que las indias pueden parir de pie agarradas de un árbol y las blancas no? Si la encuentran véanla, se van a divertir.

Por cierto, ¿a qué pintura les recuerda esta escena? 
Yo digo que se inspiró en el cuadro El Ángelus de Jean-François Millet que tiene una historia interesante que vale la pena conocer.  (Ab.) 

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