Gotti - Kevin Connolly (2018)

El jefe de la mafia: Gotti es una decepción que arrastra algunos mensajes importantes. Hacer una película sobre un capo no es una cosa fácil. Por interesante que haya resultado su vida real, los hechos de una vida no son un guión para filmar. Para hacer una película, es necesario conocer el cine y su lenguaje. Quién haya visto el Padrino sabe que la historia tiene que resumirse y sazonarse y que resulta indispensable que el espectador se involucre y sienta afecto por el protagonista. Desde el inicio, Gotti nos advierte que muere y que lo hace en la cárcel, así que el final no puede sorprendernos. El sabor, el interés, debe ponerse en el camino y es allí dónde todo falla. En el caso de Gotti, la razones para que nos identifiquemos con él aparecen al final de la cinta, demasiado tarde. Al inicio, la trama brinca de aquí para allá y la intención de los saltos resulta confusa. Además, Gotti entra a la mafia por casualidad, todo es demasiado fácil. Después, errores técnicos nos desconectan de la historia, la fotografía es siempre oscura. Si en una película de terror el exceso de oscuridad aburre, el resultado es peor en una película de suspenso que carece de suspenso. La fotografía es subexpuesta para ocultar el maquillaje porque Mr. Travolta hace todas las edades del personaje. 

Desvíos que pretenden que veamos un Gotti sentimental que antepone el negocio a los sentimientos. Lo vemos llorar en la oscuridad con la intención de salga más hombre de su sufrimiento, el efecto es la desconexión. No podemos sentir eso por la simple razón de que la toma es demasiado lejana y oscura y sus lamentos se sienten falsos. ¿A quién le interesa si al jefe de la mafia pierde un hijo si se trata de un accidente que no repercute en su actividad mafiosa y cuya venganza no podemos ver? En fin, el resultado es una película que inicia demasiado lento y que resulta aburrida casi hasta el final. 

Lo bueno de Gotti: 1) nos muestra que el gobierno es la verdadera mafia, el gobierno no acepta negocios independientes que no puede controlar y extienden la venganza hasta los hijos; 2) somos los ciudadanos los encargados de mostrar y hacer vales los límites al gobierno. Una película fallida. Si les da curiosidad verla, investiguen quién fue John Gotti antes de pagar el boleto. (Ab.)