Babylon - Damien Chazelle (2022)

 BABYLON es una magnifica cinta, en Paramount, que debió ganar varios Oscar en 2023, pero no fue popular porque dura 3 horas y 9 minutos, encuera la parte oscura de Hollywood y no es para mojigatos. A las grandes productoras no le gusta verse como un monstruo que construye perversas fantasías mientras utiliza y desecha personas. BABYLON cuenta cinco tristes historias entrelazadas: a) La de Jack Conrad, galán del cine mudo interpretado por Brad Pitt; b) La de Manny Torres soñador que se convierte en productor ejecutivo interpretado por Diego Calva; c) la de Nellie LaRoy estrella del cine mudo en la piel de Margot Robbie; d) la de Sidney Palmer que pasa de músico a estrella de cine y escapa de la trampa de Hollywood y e) Lady Fay Zhu, cantante asiática lesbiana de enorme talento que se conforma con hacer los letreros de los diálogos en las cintas mudas. Hay una sexta historia importante, la  de la crítica Elinor St. John, pero esa se resume casi por completo en una conversación y no es triste, es cruel.  

Si eres cinéfilo, tienes que ver este filme. Sólo puedo imaginar la decepción de Chazelle, ser ignorado con esta obra maestra, después del éxito de La La Land (2016) y ganar un Oscar con First Man (2018). Quizá ya conocía suficientemente bien el medio para saber que su cinta no recibiría el reconocimiento que merece.

Es cierto que las historias son tristes, pero están llenas de humor, chismes, clichés y detalles que forman parte del desarrollo de la industria del cine. Las grandes fiestas, la sobredosis de famosos, la pobreza, las drogas, los matrimonios, el sexo, los divorcios, las apuestas, las deudas, los suicidios, el padre tonto, la madre loca, la fanfarronería, el racismo, los espectáculos de horror y la sed de fama y fortuna.

Todo lo bueno que logra Hollywood se alimenta de su lado oscuro. Todo el éxito exige un pago proporcional. El universo esta hecho de luz y sombras, todo lo que vive crece, se reproduce y muere. Pocos son los que logran ponerse de pie sobre la tabla, montar la ola y llegar hasta la orilla.

BABYLON es, lo repito, una obra maestra, pero requiere que estés de humor. Debes estar en paz contigo mismo para poder ver el desmadre tras bambalinas, para ver la misma escena fallando una y otra vez, para descender al infierno. Cierto, el cliché habita en esta cinta. Lo hace para que puedas encontrar nombres en tu memoria, para hacerte partícipe del juego, para que recuerdes otras películas porque esto es un homenaje a la historia del cine y todos los que han dado su vida para construir una industria que se inscribe en la historia y que logró transformar un aparato de registro de imágenes en el séptimo arte. (Ab.)

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