Demolition - Jean-Marc Vallée (2015)


 DEMOLICIÓN está en Paramount y es una maldita joya tallada a mano por un maestro artesano. Al escribir esto, descubro que el director murió en 2021 y no puedo evitar que me rueden las lágrimas. No sé si sus otras películas son igual de buenas, sólo ví Dallas Buyers Club (2013) y apenas recuerdo a Matthew McConaughey muy flaco muriendo de SIDA. Pero una sola obra basta para pasar a la historia. DEMOLICIÓN es un hombre, Davis, ante el duelo. Su esposa, Julia, muere en un accidente automovilístico y su vida pierde sentido. Todo lo que ha construido se viene abajo y por primera vez abre los ojos. Puede observar que la vida se ha convertido en una farsa, en un castillo de naipes. El dolor lo obliga a salir del sopor cotidiano para reconectar con sus manos y su cuerpo, lo saca de ese mundo mental en que nos han aprisionado y sometido. Una carta de reclamo a una compañía de máquinas expendedoras lo vincula con otra persona, Karen Moreno, que tampoco ha sabido lidiar con el duelo como la sociedad espera de un ser humano civilizado. Esta es una película de zombies, pero los zombies somos nosotros. Davis está despertando, aunque sus suegros quieren obligarlo a dormir, ya no puede seguir siendo un zombie.

DEMOLICIÓN no es para todos. Para la gran mayoría zombie será como tragar navajas. Pero es una cuestión de momentos. Estoy seguro de que hay personas tan involucradas en la construcción de esta parodia conocida como "mundo moderno" que serán incapaces de ver detrás del telón. Pero también estoy seguro que mucha gente, que ha intentado sacudirse la hipnosis colectiva, podrá verse en este espejo.

Davis (Jake Gyllenhaal) quiere destruir todo. Su casa, su carrera, su tiempo perdido. El suegro, Phil (Chris Cooper), le dice que para reparar algo debe desarmarlo para poder entenderlo y Davis toma esa idea como regla de vida. Desarma todo, porque no entiende nada. No entiende el dolor y como el dolor no puede desarmarse, se desarma a sí mismo. Además se infringe dolor de modos curiosos y sólo ante el dolor físico puede entender el emocional.

Karen (Naomi Watts) y su hijo adolescente Chris (Judah Lewis) también están en duelo. Ella no sabe si quiere atravesarlo o si sólo quiere tapar el hueco y ser un zombie pleno otra vez, pero se siente atraída por Davis. Chris no puede sumergirse en su duelo porque es muy joven. Hay muchas otras cosas que le preocupan: su futuro, su sexualidad, ser aceptado, su madre. Él no era un zombie completo y quizá nunca lo sea.

La película me sorprendió mucho no sólo por lo bien armada, también por un par de sorpresas que nunca ví venir. No puedo hablar de ellas porque las arruinaría. Por otra parte, hace muy evidente que la realidad que hemos fabricado no es buena para nadie. Mientras adoramos al dinero como si fuera un Dios, dejamos afuera todo lo importante. Lo significativo queda sepultado por lo urgente y la urgencia es artificial y ridícula.

Ahora se llama valores a las inversiones, pero los valores son principios, esencia. Tus valores no están en la caja fuerte, tus valores, si todavía tienes, están en ti y nadie puede robártelos. La gente cree que su ropa y sus objetos son parte de su persona. No sabrían vivir si les quitarán todo de golpe. Han buscado su aceptación a través de lo material. 

Davis renuncia a la vida que llevaba porque nunca le satisfizo. El duelo lo lleva a aceptar la insatisfacción. Quizá tanta destrucción no era necesaria, quizá había cosas que podían venderse o cambiarse, pero en ocasiones es necesario demoler para volver a construir. (Ab.)

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