Anyone But You - Will Gluck (2023)


 CON TODOS MENOS CONTIGO, en MAX, es una comedia romántica con exageraciones innecesarias que se mantiene apenas a flote. Es decir, de romántico tiene absolutamente nada pero la comedia camina, tropieza y a ratos incluso corre. Supongo que el error principal de esta cinta es insistir en la inexistente química entre Sidney Sweeney y Glen Powell, parecen siempre mejores amigos, pero es obvio que no son pareja y nunca muestran la confianza y complicidad propia de los enamorados. Nunca hay un beso espontáneo, ni una nalgada o un abrazo. Además, si él es un 9, ella es apenas un 7. Es obvio que Hollywood quiere vender a Sidney como la bomba sexy, pero no es Margot Robbie, no es Jennifer Lawrence, no es Jennifer Connelly, no es Alice Eve, no es January Jones, tampoco Megan Fox y tampoco es Eiza González. Lo siento, pero Sidney no es sexy ni bonita. El elenco fue mal escogido y resulta imposible no comparar a Alexandra Shipp (Claudia) y Hadley Robinson (Halle) con Miss Sweeney, ellas lucen más femeninas, bonitas, divertidas y sexys. Sidney está mejorando como actriz y tiene chispa cómica, eso sí. Pero el guión no es suficientemente inteligente para aprovechar la comedia física y recurren a que Sidney muestre  los senos (demasiado grandes para su cuerpo) en todo momento. 

Por otra parte, la chispa entre Ben (Glen) y Margaret (Charlee Fraser) es tan inexistente como la que hay entre Bea (Sidney) y Jonathan (Darren Barnet) de modo que jamás se genera la duda sobre si elegirán a sus ex-parejas. Y sin tensión el final se hace predecible.

La escena de la araña y el koala no alcanza ni para una sonrisa, lo del Titanic es muy infantil, lo del rescate en helicóptero es tan absurdo que Ben debe hacer un chiste sobre eso y el recurso de hacer que los protagonistas escuchen conversaciones ajenas se repite hasta que cae mal.

En contraste, las tomas de Australia son espectaculares, las contorsiones de Bea para secar sus pantalones y sobre Ben en el avión funcionan, la historia de la llave de tuercas es simple y significativa, la broma de los globos en el aeropuerto es precisa y las intervenciones de Beau (Joe Davidson) son siempre frescas.

Quizá lo mejor de toda la cinta es el espacio final dedicado a una recopilación del elenco cantando Unwritten en cada toma. Si para algo sirve este filme es para promocionar Australia. La luz es increíble, los colores brillantes y las tomas aéreas son un recordatorio de que la vida es mejor con mucho sol cerca del mar. 

Insisto, más comedia que romance, pero la gente es engañada por el yate, los jeeps retro, la ropa, la comida y la casa en la playa. No quieren un amor, buscan un viaje de lujo y sitios para tomarse las fotos que suben a Instagram. (Ab.)


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