The Zone of Interest - Jonathan Glazer (2023)

 LA ZONA DE INTERÉS, en Prime Video, es una muy creativa decepción. Es una buena película, pero se robó el Oscar de La sociedad de la nieve. ¿Quién quiere ver otra cinta sobre los campos de concentración? Me resulta difícil de tragar que la mayoría de los votantes de la academia sean judíos y más difícil que la receta para ganar un Oscar siga siendo el holocausto. Pero primero lo bueno y al final las quejas. La cinta muestra la vida diaria de Rudolf Höss, el administrador del campo de concentración de Auschwitz y su familia formada por su esposa Hedwig (la reina de Auschwitz), y cinco hijos, en la residencia contigua a dicho campo. La cinta muestra los beneficios y las molestias de vivir allí. Tienes mano de obra esclava, puedes conseguir un abrigo de pieles usado o encontrar un diamante en una pasta de dientes; puedes construir un jardín enorme y un vivero, puedes bañarte en el chapoteadero o en el río, puedes andar a caballo o tener una barca como regalo de cumpleaños, puedes cumplir tus fantasías sexuales con una pelirroja y puedes ir de vacaciones a un spa en Italia. En balance deberás cerrar puertas y ventanas con llave, escucharás gritos y balazos a cualquier hora, el ruido de los hornos será constante, el humo de los cuerpo puede bañar tu domicilio y tendrás que lavar la sangre de tus botas antes de entrar a casa.

Un acierto en la parte creativa es haber incluido al perro negro que corre libre por toda la casa y disfruta del sitio y sus placeres. El perro disfruta su entorno y vive como rey. Otro acierto es incluir las nítidas imágenes de la cámara térmica que muestra, como en un cuento, a una chica que por las noches esconde comida para los prisioneros.

Otro detalle genial es que la madre de Hedwig,  a pesar de estar muy impresionada con el estilo de vida de su hija, escapa de allí por la noche sin hacer ruido. El contraste viene con la discusión de Hedwig con su marido, en que enumera las virtudes de su vida en Auschwitz logrando que el esposo pida que la familia permanezca en casa mientras él recibe el ascenso y va a su nueva oficina.

El sonido es la mitad de las emociones y logra una tensión constante. El final de la cinta recorriendo el museo, me parece también un asunto creativo pero poco satisfactorio. La intención de obligar a la audiencia a reflexionar es evidente. Sin embargo, la cinta logró hacerme pensar en formas baratas y eficaces de matar y me pregunté qué habían hecho los judíos para ganarse un odio tan profundo. 

Es decir, matar humanos todos los días es un sacrificio que afecta la salud mental de cualquiera. Los trabajadores de los rastros sufren y se trastornan. El protagonista paga con su salud. Pero está convencido de que vale la pena.

La excusa "sólo sigo órdenes" continua utilizándose hoy en cualquier oficina de gobierno en casos francamente ridículos. Es evidente que los hombres somos preparados, mediante noticieros y propaganda, para matar o convertirnos en víctimas. La polarización busca que consideremos posible ofrecer la vida por cualquier causa estúpida. La empatía es reducida a cero. Debemos cuidar nuestros pensamientos y evitar el bombardeo de los medios.

Los judíos no paran de hacer y premiar películas en las que ellos son las únicas víctimas del genocidio. Hollywood acepta el encargo y produce películas sobre el holocausto de manera constante. Nadie dice que no fue muy grave lo que sucedió. Sin embargo, si nadie supiera que es propaganda, insistir en la misma tecla podría considerarse revictimización. 

Las cintas del estilo son tantas que forman un género. Por nombrar algunas que han tenido éxito mencionaré: La lista de Schindler (1993), La vida es Bella (1997), El pianista (2002), El niño de la pijama de rayas y Valquiria con Tom Cruise (2008), Tarantino se ganó a los judíos con Bastardos sin gloria (2009), Taika Waititi hizo su Jojo Rabbit (2019) y Nolan le dio la vuelta al tema con su Oppenheimer (2023). ¿Quieres que Hollywood te abra la puerta y, si tienes suerte, ganar un Oscar? Escribe una historia en que los judíos sean la víctima o búrlate de los Nazis. (Ab.)

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