Braid - Mitzi Peirone (2018)


 Trenza es un gran título para este filme en que tres destinos se cruzan para formar un diseño que por supuesto remite al peinado femenino y por lo tanto a su cabeza. Este filme poca presencia masculina está dirigido a hombres. La alocada historia es un pretexto para mostrar a tres guapas jóvenes en diversos disfraces: Madeline Brewer es Daphne (Madre); Imogen Waterhouse, Petula (Doctor); y Sarah Hay, Tilda (Hija). Estas mujeres están recluidas en una casa jugando al doctor, lo mismo que jugaban cuando eran niñas, pero de un modo más perverso. Las tres reglas indican que: 1) todos juegan; 2) no se aceptan otros extraños y 3) nadie sale de la finca. Daphne vive en sus delirios por gusto y sale de ellos cuando la situación lo requiere, pero disfruta enormemente de su juego. Petula y Tilda están en busca del dinero de su amiga y aunque sufren la locura de la dueña de la casa por momentos se contagian y la gozan.


El personaje masculino más importante es el Detective Siegel, pero su participación se siente forzada y tonta. Quizá eso sea la peor falla del filme, sin un peligro real, sin un enemigo inteligente y peligroso por vencer, todo sucede demasiado fácil. Las mujeres juegan en un ambiente tan seguro que nunca crea tensión. 
Ninguna luce más fuerte que las otras y si Madre  exagera, el juego termina. Así que no hay sorpresa, las tres mujeres llegarán al final.

La fotografía es muy buena, quizá de video musical, y con la música logra una sensación de pesadilla que va y viene de la belleza absoluta a lo casi feo. La arquitectura y el vestuario también son bellos y quizá por eso es difícil sentir el peligro. Esta cinta no es de terror, nunca da un poquito de miedo. No es de misterio, nada hay que resolver, tampoco es policiaca. Es simplemente una fantasía femenina, una exploración onírica o lúdica con buenos momentos que no logra convencer. Lo más intimidante del filme es la rola The Great Pretender de The Platters.

Por ejemplo: la secuencia del tren. Las chicas utilizan su sexualidad para pagar el pasaje o para asustar hombres casados. Nada se siente lo suficientemente cruel, agresivo o violento para que moleste. Me recordó la secuencia de Nymphomaniac (2013) en que el par de amigas apuestan por tener sexo con desconocidos. De igual modo los saltos entre lo real y el alucine producto de la droga me recuerda Trainspotting (1996) pero con la intención de ser confusa. La cinta incluye muchas cosas recuerdan a otros filmes pero no termina por cuajar un estilo propio.

Si quieren pasar un largo rato de taco de ojo, vale la pena. Si quieren ver una historia se sentirán un poco decepcionados. La frontera entre la fantasía y la realidad es tan difusa que termina pareciendo que todo fue un sueño y para mí eso es lo peor que se pude concluir al final de una cinta. (Ab.)

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