The Wedding Ringer - Jeremy Garelick (2015)


 Alquiler de padrinos
 o El gurú de las bodas está en Netflix y es una de esas comedias que ni siquiera sé si se estrenó en cines. Es una bocanada de aire fresco, una bobada bien hecha  dedicada a entretener y lo hace de maravilla. Confieso: hace mucho que no reía tanto. Kevin Hart tiene ese estilo súper exagerado y físico que supongo copió de Jim Carey pero ya convirtió en un sello propio. Su humor nunca es demasiado agresivo así que, aunque hay cosas que quizá no deberían ver tus hijos, podría apostar que ya las vieron en Internet. La historia es simple: Doug Harris heredó el negocio contable de su padre y jamás tuvo tiempo para hacer amigos, es un hombre que sabe trabajar y cuenta con dinero suficiente para comprar una esposa. Se va a casar con Gretchen, una rubia tosca que se cree guapa, pero que fue botada por su novio anterior. El hombre quiere cumplir los caprichos idiotas de su novia y por eso debe conseguir un padrino y otros amigos que entretengan a las damas de honor. No tiene amigos, así que contrata unos. Por cierto, una duda: ¿De verdad existe esa tontería de dejar de tener sexo para que la noche de bodas sea memorable? Comenten.


A pesar de que hay muchas situaciones forzadas y chistes prefabricados, la película puede leerse seriamente y marcar varios tiros en la cabeza de la sociedad occidental moderna. Número uno: La popularidad. Hay gente que valora a una persona con base en la cantidad de amigos que tiene. ¿En serio? Que yo sepa los amigos se cuentan con los dedos de una mano, el resto son personas que te agradan o te divierten. Siempre ha sido importante tener amigos, pero no tenerlos no te convierte en un fracasado. Hay personas que puede vivir en soledad, un aplauso para ellos, a mí me parece un logro. 


Número dos:
el matrimonio. Resulta muy claro en esta cinta que es posible llegar al matrimonio sin conocer a tu pareja. La necedad de casarse borra de la mente el hecho de que te encuentres a alguien que valga la pena. Hay personas capaces de mentir por largos periodos de tiempo con tal de ocultar su personalidad y enganchar a alguien. Toman la forma que agrada a la pareja en turno, pero a fin de cuentas sacan los dientes. ¿De dónde sale esta obsesión por casarse? Muchas personas sufren al pensar que se están haciendo viejos y no han podido firmar ese contrato deficientemente formulado con más cargas que beneficios. No les importa si se divorcian dos años después, lo importante es presumir el anillo, la luna de miel y la gran boda. 


Número tres:
La boda. Sin importar si llegas a ese momento verdaderamente ilusionado y lleno de amor o
 cansado de fracasar y dispuesto a ceder en cosas que jamás antes pensaste negociar. La fiesta y los preparativos son una suma absurda de tonterías y caprichos propios de adolescentes que siempre quisieron sus cinco minutos de fama. La cinta ni siquiera se preocupa por analizar los traumas femeninos sobre el vestido, las flores, la música y los invitados; basta y sobra con atacar el trauma masculino del baile, los discursos (brindis) de los padrinos y la necesidad de complacer cualquier tontería que imagine la futura esposa y la familia política. 


Número cuatro:
 La compra de amistad. Hay un prejuicio sobre que la amistad no se puede comprar, yo me adhiero a él. Pero si tan necesitado estás de tener gente alrededor no me parece alocado pagar por compañía. La gente paga por sexo o por terapia y me parecen dos formas de amistad. Es decir, con el psiquiatra tienes esas conversaciones que deberías tener con amigos y con masajistas pagas porque te toquen como debería tocarte tu pareja. Así que contratar un amigo no me parece tan malo. Evidentemente el contrato necesita pulirse, decir cuales son las labores: reír de tus chistes, cuidarte en la borrachera, evitar que te mates, elevar tu autoestima con palabras de ánimo, etc. Pensándolo bien creo que hay gente que para eso tiene guardaespaldas o cocineros. ¿Alguien me puede explicar para qué sirve una nana? Parecen amigos que contratan los padres que no se llevan bien con sus hijos. 


Este filme es una divertida joya que se roban Olivia Thirlby y Nicky Whelan en los pocos momentos que tienen en pantalla. Si necesitas un amigo siente la libertad de contratarme. Te puedo enseñar a andar en bici o en moto o a conducir un auto, podemos platicar de cine, puedo beber cerveza contigo, cuidar tus cosas si contratas mientras te atiende el sexoservicio y asegurarme de que llegues a tu casa. No será barato, pero me aseguraré de que te pases un buen rato. (Ab.)


Si te gustó esta reseña políticamente incorrecta compártela con solteros. Mis amigos me mentarán la madre, ojalá sea en privado.

Comentarios

  1. Notable: con el psiquiatra y con el masajista, obtienes eso que se supone consigues en la amistad.

    Gran reseña.

    Buena película.

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