Dogville - Lars von Trier (2003)


DOGVILLE (Villa Perro) es simplemente salvaje. Por una parte, es un experimento cinematográfico en que debes imaginar un pueblo en un estudio casi vacío. Me refiero a que las paredes son líneas pintadas en el suelo. Eso obliga a que te centres en la trama al tiempo que se hace evidente tu cooperación con la historia. También es un experimento social porque de algún modo el espectador se convierte en un ángel que todo lo ve, sin saberlo todo y no puede intervenir. Además, el narrador cuenta lo que considera prudente y oculta el resto. La trama es que una noche se escuchan disparos, ladra el perro y después llega huyendo Nicole Kidman, demasiado guapa para el pueblo, y pide quedarse. Rápidamente el inútil del pueblo propone que se quede a vivir. Resulta evidente su deseo por la recién llegada. Ella está vulnerable, así que todos asumen que una mujer así, que huye de criminales debe tener por ocupación el oficio más viejo del mundo. 
Jamás se habla al respecto. La miran con desconfianza pero votan para que se quede.

Ella es la menos poderosa en el pueblo y está dispuesta a ganarse la voluntad de los pobladores, así que es aceptada a prueba y se le imponen tareas para ganarse el hospedaje y los alimentos. El pueblo es una colección de bichos rastreros, de esos que dicen ser gente de bien pero son estupidos resentidos que guardan secretos y frustraciones.

Cada tanto alguien llega al pueblo preguntando por la mujer. Se la tacha de criminal y las autoridades dicen que ha cometido delitos graves. Incluso hay una recompensa por los informes. Eso hace que los pobladores se sientan poderosos y exijan mayores sacrificios por su silencio.

El asunto se pone grotesco y mientras el idiota del pueblo sigue soñando con casarse con la fugitiva, todos los demás abusan de ella, la golpean o la insultan. Por si no te ha caído el veinte, Nicole es una especie de Jesucristo que pone a prueba la bondad de los humanos. Ya sabemos que tal cosa es la excepción a la regla.

Claro que su padre no es Dios, sólo el jefe de la mafia. Y ella no aprendió a poner la otra mejilla. Castigará a su pueblo con  rabia y con detalles que son un reflejo de los actos cometidos en su contra. Esta cinta es quizá demasiado evidente en su simetría, pero alocada en su puesta en escena y muy agradable en su desenlace. ¿Por qué usarías un avatar humano si vas a permitir que se burlen de ti? (Ab.)

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