The French Connection - William Friedkin (1971)
THE FRENCH CONNECTION está en Star / Disney y es considerada por la Biblioteca del Congreso gringo como "cultural, histórica y estéticamente significativa". Escuché maravillas de ella los últimos dos o tres años, quizá por el aniversario de El Exorcista (1973) quizá por la muerte de su director en 2023, quizá porque la crítica extraña a Gene Hackman. La verdad es que la historia ya no resulta muy sorprendente. Dos detectives están tras unos narcotraficantes. En plan odioso, la historia deCamelia La Texana en Contrabando y traición (1974) de Los Tigres del Norte me parece más interesante. Lo que intento decir es que la anécdota policiaca no es tan importante como su estupenda realización. Tiene ese aire de cine francés propio de Sin Aliento (1960) que contrasta con la simpleza americana de Dirty Harry (1971). Los coches enormes de la época moviéndose torpemente en las frías calles de New York, las persecuciones a pie con zapatos de vestir, los balazos de cera roja y el metro como elemento clave de la historia. Hay cierta ingenuidad en la cercanía física entre detectives y traficantes. Mr Hackman luce muy alto y no se quita el mini sombrero mientras sigue a quince pasos de distancia al sospechoso. Cualquiera medianamente paranoico lo descubre.
Pero hay elementos que han perdurado. Los jefes necios que no apoyan a los policías trabajadores, el truco de usar un famoso como parte del equipo de traficantes, la idea de esconder la droga en un coche, cambiar de auto para despistar al enemigo, quitarle el coche a un civil con el pretexto de la emergencia, etc. La realización es clave. Cintas como Collateral (2004) son impensables sin este antecedente.
La persecución en coche bajo las vías del metro es una locura que transmite realismo. Es cierto que la idea es descabellada pero esa secuencia muestra oficio, esfuerzo, peligro y desesperación. Obviamente es ilógico que nadie salga lastimado y que nadie baje del tren cuando el perseguido llega al andén, pero se le perdona por el atrevimiento de poner en riesgo al protagonista cruzando las calles a toda velocidad con un auto ajeno y un claxon que apenas y hace ruido.
Esa secuencia se ha robado todos los reflectores pero hay una que me parece más interesante. La de los franceses comiendo como Dios manda en un cálido restaurante lujoso mientras el policía los vigila al otro lado de la calle de pie en el frío, pateando el suelo para calentarse, en espera de su compañero le traiga un sandwich. Ese contraste permite querer al torpe policía bueno que sacrifica su bienestar por el nuestro.
Por cierto, Gene es el protagonista, pero creo que tiene más tipo de policía Roy Scheider, su físico es más rudo y su expresión más amenazante. Además, los silencios de su personaje hacen que Gene se sienta un poco exagerado. Es como un niño bien jugando al malo y usando peluca porque le da vergüenza quedarse calvo. De cualquier modo, hace falta verla para entender el revuelo. (Ab.)
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