The Last Voyage of the Demeter - André Øvredal (2023)
Dracula, Mar de Sangre, en MAX, es una buena cinta que pasó sin pena ni gloria porque no supieron venderla. El título original revela demasiado e interesa sólo a los lectores. Tiene en contra que quienes vieron Dracula (1992) o leyeron la novela, ya saben que el vampiro no puede morir en este viaje. Lo peor, al inicio vemos el barco encallado sin tripulación y después saltamos al pasado para ver cuando se cargan las cajas de tierra que el vampiro necesita llevar a Londres. Sabiendo que el malo llegará a salvo y que los marineros morirán, hay poco interés por ver el desarrollo. Lo cierto es que la historia guarda algunas sorpresas y algunas escenas muy rescatables. Pero tiene todavía otro punto en contra. El protagonista, Clemens, es un médico graduado de la Universidad de Cambridge de raza negra y ese último dato obliga a revisar si es verdad que en 1897 eso era posible. Sí lo es. Sin embargo, se siente poco natural y parece una inclusión forzada. No obstante, se justifica su presencia explicando el pasado del personaje y se exhiben los prejuicios lógicos de los marineros.
A pesar de los obstáculos, la cinta avanza con paso firme y mejora conforme pasan los minutos. El niño Woody Norman lo hace muy bien, Aislin Franciosi es estupenda, Corey Hawkins le pone todas las ganas del mundo, Liam Cunnigham es natural como el Capitán y las ratas en el barco son un detalle indispensable.
Si tienes ganas de ver algo de ligero, pero bien hecho, y tienes un poco de paciencia, serás recompensado. La cinta cuida mucho que la tensión se eleve de manera constante y te brinda espacio para respirar, porque, ya tú sabes, los vampiros duermen de día. (Ab.)
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