A Quiet Place Part II - John Krasinski (2020)

Un lugar en silencio segunda parte está en cines y sigue al pie de la letra la receta del original de 2018. El mensaje de esta cinta es nunca darse por vencido y tan sólo por eso vale la pena. La cinta presenta un prólogo que se apega a la historia y que sirve para sembrar un par de detalles relevantes. Si estás pensando en pasar hora y media de alta tensión esta cinta es lo que buscas. Me hizo saltar del asiento en una sola ocasión pero apreté los puños largo rato y tuve que recordarme respirar normalmente porque sólo es una película. Lo que intento decir es que te atrapa y te mantiene atento. Incluso las dos parejas parlanchinas que estaban en la sala guardaron silencio involuntario. La cinta está bien pensada, pero quizá se le notan las costuras. Es decir, en dos ocasiones preparan tres secuencias que debe explotar al mismo tiempo y eso aunque perfecto para las emociones resulta muy artificial para el cerebro.

Otro detalle es que esta franquicia se niega a explicar a los extraterrestres porque sabe que así es más fácil continuar. La intención de hacer una tercera parte es evidente, pero no sé si podrán seguir sin mostrar con claridad las capacidades de los invasores.

Hay muchas inconsistencias que en la primera entrega se perdonan pero que en ésta comienzan a molestar. Por ejemplo, los visitantes llegaron a la Tierra en algún transporte, así que parece lógico que puedan descifrar cómo conducir un barco o cómo abrir una puerta y simplemente parecen no poder hacerlo.

Lo que distingue a estos seres es su oído, pero no son capaces de escuchar el latido de un corazón, una respiración agitada o los pasos sobre la tierra. Incluso parecen escuchar dónde golpea una bala pero no pueden ubicar la detonación. Los extraterrestres hacen ruidos constantes y eso sugiere que se guían como con radar, pero el nivel de precisión no parece consistente. A veces es muy preciso y en otras ocasiones muy torpe.

Aparentemente carecen de la vista, el olfato y el tacto. Resulta difícil entender cómo funciona su inteligencia cuando todo su estímulo es auditivo, no se alimentan de humanos, no sabemos para qué nos matan y no hay un objetivo evidente en su invasión.

En resumen, si apagas el cerebro pasarás un rato excelente lleno de emociones. Si intentas analizar, te decepcionarás. La receta sigue funcionando, pero ya se le notan los huecos. Emily Blunt deja de ser la estrella de la cinta y brilla en todo su esplendor el extraño rostro de Millicent Sommonds. 

Por cierto, el hijo cae tan mal que yo lo hubiera sacrificado. Pero al final, la película busca dar el mensaje de que todas sus estupideces lograron que el mocoso se convirtiera en un hombre. No lo sé lo Rick, parece falso. 

Otro detalle extravagante es que Emmett, el personaje de Cillian Murphy, es muy ambiguo. A ratos parece querer que maten a la familia, luego parece interesado en la mamá (Emily Blunt) y después hace bien sus cuentas y se interesa más por la hija (Millicent). La tensión sexual está presente y esa represión de la libido es parte importante de la trama. (Ab.)

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