House of Gucci - Ridley Scott (2021)


La casa Gucci es un filme palomero. Había escuchado tantas críticas malas que mis expectativas eran bajas. Supongo que el rechazo se originó porque el director se burló de los millennials (y sus teléfonos móviles) por no haber entendido su filme The Last Duel (2021). Después de ver La casa Gucci entendí. Estamos en la resaca del Me Too y Ridley Scott se atreve a arrastrar a una mujer por los suelos y ya sabemos que eso constituye un grave pecado para los guardianes de la corrección política. Aunque Lady Gaga es la estrella protagonista, su personaje, Patrizia Reggiani, es mostrada como una loca ambiciosa, caprichosa, rencorosa y asesina. El personaje de Salma Hayek, Pina, es igual de nefasto. Además, Paola Franchi es pintada como una robamaridos. Resulta obvio que el clan de las mujeres sin criterio engendrara en pantera. Lo que no pueden ver es que todos los personajes son terribles, ninguno se salva. Todos son una gloriosa acumulación de defectos. El karma no perdona. Al Pacino interpreta un evasor fiscal; Jeremy Irons, un clasista petulante; y Adam Driver, una mosca muerta. Esta película no tiene héroes. Quizá eso es lo que no soportan los millennials. La ausencia total de bondad. El universo no está conspirando a favor de la casa Gucci, el mundo de los negocios no es paseo por el parque y Lady Gaga, que siempre ha sido fea, parece transexual. No tiene cintura de mujer. Incluso cuando corre y los choferes le silban luce la llantita masculina.

Si bien es cierto que tiene ratos aburridos e interpretaciones exageradas, me parece que el director tiene edad y autoridad moral suficientes para exhibir la industria de la moda como un negocio engaña bobos realizado por gente tonta. ¿Para qué sirve una lamina de oro en el interior de un zapato? No es casualidad que haya escogido a la Gaga como protagonista. La cantante logró mucha notoriedad gracias a sus atuendos extravagantes y en lugar de ser castigada se convirtió en un ícono. 

Hay detalles hermosos como hacer que Maurizio viaje en motocicleta a través de un paisaje nevado en mocasines. Eso es simplemente estúpido pero no lo sabrás si nunca has utilizado una moto en un clima frío. Tan sólo imagina que en la Ciudad de México, en invierno, el frío exige guantes para andar en bicicleta.

Quizá de eso peca el filme, es superficial y por eso resulta difícil  poner atención a los detalles. La mención del beige y los colores pastel como una estupidez, me recuerda los productos Burberry y el maquillaje de día para toda ocasión. Incluso,  algunos no entienden que Aldo Gucci hacía negocio con las réplicas y eso producía más dinero que el negocio formal. Son puntos finos que se te escapan si fuiste a comer palomitas.

Este vestido beige de lunares es una referencia al vestido que Julia Roberts en Pretty Woman (1990) cuando van al partido de polo y es tratada como una prostituta. ¿Crees que es una casualidad que lo utilicen en esta cinta?

Las mujeres se burlan de los hombres y resultan ser más estúpidas que ellos. El macho italiano termina siendo eliminado por una hembra violenta que apostó su vida a un negocio que no era suyo. Todos sueñan con una vida llena de glamour y lujos, pero no ponen los pies en la tierra. La avaricia es vulgar y el vacío existencial se cuela por todos lados. La cinta es divertida si descifras su humor. (Ab.)

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