Spider-Man: No Way Home - Jon Watts (2021)

Antes que nada, debo confesar que la película me encantó. Reí y lloré. No es que fuera ciego ante sus defectos, simplemente me dejé llevar y la disfruté muchísimo. Por otra parte, a pesar de que todos los días escucho la palabra nostalgia, no me subo a ese tren del mame. La película no me hizo sentir nostalgia. Creo que lo único que me la provoca es mi abuela materna. El diccionario de la RAE define nostalgia como la pena de verse ausente de la patria o de los deudos o amigos; así como la tristeza melancólica originada por el recuerdo de una dicha perdida. Así que si te has subido en ese tren del mame, sería buena idea que te bajaras. Esta entrega del arácnido es emocionante y emotiva. Cero nostálgica.

Vamos a la película. Tom Holland es el peor araña de todos los tiempos. No sólo es estúpido, parece un enano famélico. Le falta presencia. Se ve siempre chiquito y ridículo. No me extrañaría que en la siguiente cinta, Zendaya se convirtiera en Peter Parker. Ella se roba los reflectores. Por otra parte, el pretexto de la cinta, la idea de que todos olviden quién es el araña, es una estupidez, pocas cosas tan ridículas como echarle a perder un hechizo al Doctor Strange. Y claro que entiendo que el MIT es una gran escuela, pero hasta mis papás sabrían que Peter Parker necesita ponerse a trabajar y no requiere instrucción universitaria. Es decir, por el trabajo que hace con los otros Parker, no sé qué puede aprender en el MIT.

Amé que mataran a la Tía May. Su personaje sobraba y cada vez lucía más joven. Marisa Tomei se empeñaba en sabotear  la historia. Willem Dafoe se luce en su duende verde. Jamie Foxx obtuvo la revancha, ya que su película había sido pésima. Alfred Molina bien. Benedict Cumberbatch ligero. Andrew Garfield tiene el cuerpo que debería tener Peter y Toby Maguire tiene el rostro y la personalidad. 

En fin, el araña está muy mal pero la película es un todo lo que esperas de una cinta de verano, a pesar de copiar con descaro y torpeza las ideas de Spider-Man: Into the Spider-Verse (2018) y de Inception (2010). Vean esa cinta. Además, el mensaje de que todos pueden ser arreglados con un poco de tecnología es absurdo. El guión es malísimo; sin embargo, la película funciona. Quizá el Hombre Araña logre salvar las salas de cine. Apaga tu cerebro y colúmpiate lanzando telaraña por las muñecas. (Ab.)

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