The Shape of Water – Guillermo del Toro (2017)
La forma del agua
es un magnífico filme. No sólo está bellamente realizado, también entrega su
mensaje de modo muy agradable. La fantástica historia de amor entre un ente
salido del Amazonas y una afanadora tiene en todo momento un tono poético.
El
inicio es simplemente espectacular y no guarda relación estricta con la
historia. El cine habla del cine, se apoya en películas antiguas, en los
musicales y recrea una lujosa sala de las que ya no hay. El personaje misterioso
recuerda a El monstruo de la laguna negra
(1954) o al Abe Sapien de Hellboy
(2004)
Hay una frase contundente que representa el punto de vista
absurdo de la guerra o del hombre: "no importa que nosotros no aprendamos,
lo que importa es que ellos no aprendan". Me recordó el chiste en que dos
hombres deben escapar de una fiera y uno de ellos señala la imposibilidad de
correr más rápido que el animal, al respecto el otro comenta: me basta correr
más rápido que tú.
Ese modo de ver las cosas, esa absurda manera de
desperdiciar una oportunidad con tal de asegurar mi supervivencia, esa
miserable visión de túnel, es la que nos mantiene en conflicto. Nadie cree que
es necesario ayudar ni aprender y justo eso es lo que la película combate.
El filme mantiene un tono ingenuo u optimista sin renunciar
a mostrar los defectos del hombre. Todo ser vivo merece respeto y es ese
respeto el que no podemos darnos ni entre humanos.
Un mesero se siente poderoso
corriendo de su establecimiento a una pareja de raza negra y a un viejo
homosexual. ¿Qué intenta demostrar? Demuestra su ignorancia, su prejuicio y
falta de visión para los negocios. ¿Puede el arte abrirnos los ojos? Ojalá que
sí. Vayan a verla. (Ab.)
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