Orpheline - Arnaud des Pallières (2016)
Rostros de una mujer es un filme rudo, doloroso y muy bueno. Huérfana es la traducción correcta del título original. La edición en esta cinta es magnífica y gracias a sus saltos en el tiempo, es posible observar como se construye una tragedia.
El casting es maravilloso, la vida de la mujer protagonista está interpretada por cuatro actrices de distintas edades y el resultado es muy impresionante. Vega Cuzytek (Kiki), Solène Rigot (Karine), Adèle Exarchopoulos (Sandra) y, el ajonjolí de todos los moles, Adèle Haenel (Renée) hacen un gran trabajo.
A toda acción corresponde una reacción. Es así como las vidas toman forma y quienes te rodean van creando una imagen de quién eres, de qué eres capaz y de tu destino. No es fácil romper con las expectativas de los otros cuando ya has aceptado que no cuentas con los elementos para transformar tu vida.
La historia hiere lenta y profundamente y por primera vez me imaginé el terror de ser una mujer atractiva e insegura, sin una red de apoyo familiar, que es vista por los hombres como una víctima o como un bien desechable.
No sabes en quién confiar, usas lo que tienes a mano y lo que sabes usar y seguramente lo usarás mal, porque nadie aprende sin cometer errores. Esta huérfana no posee ni su nombre y no puede escapar de sus actos.
Un acto involuntario puede marcar nuestras vidas y puede convertirse en el primer eslabón de una serie infinita de errores. ¿Cuándo y dónde encontraremos la oportunidad de arreglarlo todo? ¿Tendremos el valor de hacer lo necesario? ¿Lo entenderán los otros? ¿A quienes lastimaremos en el proceso de salvar nuestra alma?
Vale la pena. (Ab.)
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