Molly’s Game - Aaron Sorkin (2017)

Apuesta maestra es un título asqueroso para una excelente película. Inicia mostrándonos la frustración del personaje por no haber logrado asistir a una olimpiada, explicándonos cuán cerca estuvo de lograrlo y el tamaño de su mala suerte.  La mala suerte no es una cosa al azar, se trata de un ente que echa raíces muy profundas y esconde una decepción mucho más grande. 

Molly nos dice que puede lograr todo lo que se propone y que le gustó un ambiente que limita con lo legal dónde aprende mucho y gana mucho dinero. Hay una recompensa extra en este juego. 

Será casi al final de la película cuando su padre, un psicólogo, le regale tres preguntas y se descubra el fondo de la conducta de Molly. ¿Qué tan difícil es sobrevivir la infancia? Los secretos de otros se convierten en los nuestros y determinan nuestra actitud ante la vida. 

Independientemente de la lección de psicología, Molly´s Game nos atrapa y nos regala un viaje por ese mundo que está lejos de nuestra cotidianidad. La historia camina por dos líneas paralelas: una correspondiente al pasado, a las apuestas y otra, al presente, el juicio al que está sujeta. Ambas historias demuestran que la ley del más fuerte es la única ley de la naturaleza. 

El vestuario y maquillaje de Jessica Chastain, parecen imitar al de la verdadera Molly Bloom, la escritora del libro de memorias Molly's Game: From Hollywood's Elite to Wall Street's Billionaire Boys Club, My High-Stakes Adventure in the World of Underground Poker en que se basa la película. 

La idea no es crear una heroína maravillosa, la idea es revívir un mito, la misma Molly se compara con Circe, ella es la encantadora de hombres, la no esposa, la que los anima al juego y les regala banquetes. Es curioso como cualquier obra con fondo tiene raíces en la mitología griega. Algo sabían esos griegos de las pasiones humanas que no hemos podido superar sus hallazgos. No se la pierdan. (Ab.)