Materialist . Celine Song (2025)
AMORES MATERIALISTAS, en HBOMax, es una joya que mete el dedo en la llaga de todos aquellos que dicen no encontrar el amor. Dakota Johnson debe escoger entre el rico Pedro Pascal y el pobre Chris Evans. Eso es todo lo que contaré de la cinta porque el relato obliga a que te examines y te veas obligado a revisar tu idea / concepto / fantasía del AMOR. ¿Qué es el amor? ¿Qué es y para que sirve el matrimonio? Sí, Dakota luce muy guapa y su decisión parece obvia, pero no lo es. Cada humano busca algo muy específico, tan específico que resulta ridículo, y esa lista de requisitos hace imposible que la gente establezca una relación sana. Cabe señalar que todos tenemos preferencia por cierto físico, es decir, desde el momento en que ves a alguien sabes si te parece suficientemente atractivo para volverlo a ver o no te interesa. En mi caso, el aroma natural de la otra persona sería la segunda barrera a saltar, pero hay quienes valoran otras cosas. Además, evidentemente, nadie quiere amar a un esquizofrénico peligroso, pero lo que significa amor para un adolescente es radicalmente diferente de lo que entiende una persona de 30 y sigue siendo lejano de lo que piensa alguien de 50.
La película sabe poner sobre la mesa la emoción y el riesgo de comenzar una relación. Incluso es cruel con los que buscan. Separa lo que buscan las mujeres de lo que buscan los hombres. Nunca esconde que el matrimonio es un contrato y es frío en las valoraciones. Se trata de una negociación, que me das y que te doy. Ambas partes deben recibir algo.
Lo más raro de todo es que, si has amado lo sabes, el amor no aparece por generación espontánea. El amor, por tonto que parezca, necesita ser construido. Pero la cinta, como buena película romántica, no llega tan lejos. Se queda apenas con la atracción verdadera, con la buena química, la buena disposición y la intención de transformarla en algo duradero.
No sabía que esperar de esta cinta y quedé gratamente sorprendido. No se parece en nada a la aburridísma Vidas Pasadas (2023). No estoy diciendo que la directora abandona la cursilería, lo que digo es que utiliza su inteligencia para examinar el amor como si fuera un conejo en un laboratorio. El final es tierno y dulce pero no es Mujer Bonita (1990) ni Notting Hill (1999). (Ab.)
Si te gustó esta reseña muéstranos tu amor comprando vida para tu pareja en el Jardín del Osezno.





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