Hillbilly Elegy - Ron Howard (2020)


 Una elegía rural
, en Netflix, es un filme basado en una biografía que muestra lo difícil que resulta 
distinguir los límites entre el bien familiar y el bien propio. La historia es la de un niño con una familia que parece una maldición aunque él la vive como una bendición. En el filme el lado negativo ronda el extremo del abuso y la irresponsabilidad, pero todos podemos relacionarnos porque no hay familias perfectas, todas tienen tantos defectos como virtudes. J.D., es un niño que se convertirá en abogado, pero que debe lidiar con una madre que sufre de ataques de locura y adicción a las drogas. Será la abuela materna la que debe tomar la responsabilidad de corregir el rumbo de su nieto. Aunque la historia no es muy original, la película destaca gracias a la mano invisible del director, la fotografía, y las estupendas actuaciones de Amy Adams, Glenn Close, Gabriel Basso, Owen Asztalos y Haley Bennett.

La cinta acepta que somos lo que somos gracias a nuestra familia, pero también pone en la balanza el peso del libre albedrío del individuo. Es decir, la familia puede tener todo para formar a un ciudadano modelo y fallar; o por el contrario, puede tener todo para formar un delincuente y formar a un individuo ejemplar.

El equilibrio de fuerzas entre la comunidad, la familia y el individuo no responde a formulas matemáticas y quizá por eso me recordó DE MENDIGO A MILLONARIO (1983). En este filme no hay dos millonarios apostando un dólar por el futuro de una persona, pero hay una abuela reconociendo que puede aceptar la responsabilidad de educar al nieto. No es necesario que ella sea perfecta, basta que tenga ganas de intervenir y apoyar a J.D. con orden y limpieza.

El orden y limpieza debe aplicarse en todos los ámbitos. De entrada, ahuyentar a las malas amistades y sacarlo de la casa de su madre, después disciplina, hacer tareas domésticas, mostrar el valor de cosas y brindar las herramientas para cumplir sus obligaciones escolares. 

A los mexicanos nos cuesta mucho trabajo aceptar que una mamá pueda hacer daño a sus hijos, me refiero a la propia madre. Si se trata de la vecina, todos estamos listos a juzgarla. Lo mismo pasa en esa familia, la abuela quiere proteger a su hija, pero termina por darse por vencida y hacer algo por quien tiene remedio. 

J.D. opone resistencia pero pronto se convence de que resulta mejor el modo de la abuela y se pone a estudiar. Una calculadora científica será importante en esa materia quiebra corazones llamada álgebra. El corazón se me hizo nudo, porque antes de la calculadora, comprobamos un librito (tablas trigonométricas) que ayudaban a cálcular el seno, el coseno y la tangente. Máldito Baldor siempre fue un reto.

El asunto es que J.D. escapa de su pueblo y años después debe decidir si volver y hacerse responsable o imponer límites. Tendrás que verla para saber el final. Como dato curioso les recuerdo que que el director es el mismo de EL GRINCH (2000) y RUSH (2013) y es padre de Bryce Dallas Howard. (Ab.)

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