Miracles from Heaven - Patricia Riggen (2016)
LOS MILAGROS DEL CIELO es una agradable cinta que se me atravesó en TV. La dejé por ver a Jennifer Garner. Sólo al escribir esto descubrí que la directora es tapatía y que puedes verla en Netflix. La historia es sobre una familia texana formada por el veterinario Kevin Bean, su esposa Christy y sus tres hijas Addelyn, Abbie y Anna. Un día cualquiera, Anna se enferma y no pueden curarla. No es capaz de procesar alimentos. A pesar de los mil estudios que le hacen, los doctores no logran un diagnóstico y un tratamiento acertados. Después de mucho padecer, la familia encuentra un médico honesto que reconoce su incapacidad y recomienda asistir con un especialista. El recomendado es el Doctor Nurko, el más chingón y el más payaso en esos padecimientos. El título ya te avisa que sucederá un milagro y la niña se salvará pero la gracia está en descubrirlo. Quizá odies: 1) el título torpe y cursi; 2) que afirma estar "basada en hechos reales"; o 3) a Eugenio Derbez por enésima vez haciendo el chistoso. A mí me molestó, te entiendo.
Hay algunas frases buenas, incluso cita a Albert Einstein, pero lo mejor es que la Iglesia no es intermediaria del milagro. La niña podría ser musulmana, taoísta, alcohólica o atea y la cinta contaría exactamente lo mismo. Incluso ataca directamente a los fanáticos religiosos que son capaces de juzgar los pecados de todos y condenarlos sin hacer autocrítica.
La cinta incluso cae en ese asunto ridículo de ¿Por qué Dios permite el sufrimiento? Pero lo hace para corregir el camino. Me parece normal que la gente dude de la existencia de Dios, pero lo lógico sería sentir su presencia todos los días. Está cinta muestra que la Iglesia no tiene bien definido el concepto de Dios, ni el monopolio sobre su presencia y deja claro que no es una buena intermediaria.
Si la mamá cuenta la historia en la Iglesia, es porque allí es más factible encontrar una audiencia interesada. Si la contara en el palacio municipal o en el estadio de beisbol recibiría abucheos y tomatazos. Por otra parte, si eres ateo, quizá encuentres divertido el mensaje optimista. (Ab.)
Los humanos creemos ser muy inteligentes, pero descartar a Dios porque no hace nuestra voluntad es demasiado arrogante. Un poco de humildad es necesaria para aceptar que somos tan insignificantes que nuestra razón no alcanza para entender a Dios.
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