One Day in the Haram - Abrar Hussain (2017)
Seguramente has escuchado que los musulmanes deben visitar al menos una vez este lugar. Así que imagina que todos los días es 12 de diciembre y una multitud interminable está llegando a toda hora para realizar sus plegarias y sus ritos. Hay que girar alrededor de la Kaaba antes de poder acercarse y tocar la roca.
Es muy interesante el mantenimiento del Haram por sus dimensiones, el ajetreo, la continua vigilancia, las reparaciones, sus ampliaciones y su modernización. Sin embargo, la parte documental brinda a cada tarea una dignidad que se siente exagerada. Obviamente las tareas más simples, como la limpieza, son valiosas e indispensables; pero las entrevistas y las acciones recogidas parecen ensayadas y excesivamente solemnes.
Es evidente que en un lugar sagrado se exige respeto, pero todos hablan como si tuvieran una inmensa gratitud por realizar su tarea y a ratos parecen tener miedo. Los entrevistados utilizan excesivo cuidado al escoger sus palabras lo cual roba toda naturalidad al documento. Incluso los visitantes, algunos con ingenuidad, contestan con un amor al prójimo que sólo me parece posible en el paraíso.
Evidentemente un budista chilango que jamás ha visitado ese sitio y que quizá no sería autorizado a visitarlo, no puede afirmar ni negar que el lugar tenga la capacidad de transformar a los visitantes en santos. Pero los humanos son humanos y si bien tenemos momentos de cordura e iluminación no podemos renunciar a nuestra parte animal. El simple estrés de que la tareas se realicen sin interrumpir a los peregrinos me parece difícil de controlar. Claro está jamás se habla de la duración de la jornada y su remuneración. Pero lo más inverosímil es que el trabajo de un sabio del Corán sea separar mujeres de hombres alrededor del templo. El documento, es interesante a pesar de no explicar a fondo el Islam y mostrar una comunidad que insiste en estar muy agradecida con su trabajo y realizarlo en perfecta armonía con el resto de los empleados. Lo mejor de todo es la vocalización casi musical casi amenazante de las plegarias en el altavoz. (Ab.)
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