Luciferina - Gonzalo Calzada (2018)
Luciferina es una película de terror argentina que puedes ver en Netflix. Aunque sus mejores momentos son más cercanos al soft porn que al miedo, la película resulta interesante porque nunca sabes para dónde va. La historia está un poco por todos lados, da tumbos y logra hacerte dudar sobre quiénes son los buenos y quiénes, los malos. No explica con claridad si los padres participaban en un culto satánico y la mujer se arrepiente o si la mujer fue engañada. No sabemos si el joven rebelde está poseído o loco o consume drogas fuertes que no sabe controlar, pero en ocasiones su conducta tiene efectos positivos. No sabemos cómo es que Natalia/Luciferina fue a dar a un convento, pareciera que un día se levantó y fue a internarse. Tampoco hay justificación para que todo suceda en Tigre y no en Buenos Aires, supongo que leyeron que el viaje del héroe incluye cruzar un curso de agua y les pareció buena idea. El chamán, la ayahuasca, el grupo de amigos y la vieja partera están metidos con calzador.
El maquillaje es chafa y los efectos especiales otro tanto. Los efectos de sonido son estruendosos y si te pones nervioso será más por el ruido que por lo mostrado en pantalla.
Todos los actores parecen improvisados, no les crees cuando están serios ni cuando bromean. Sólo el vestuario y la fotografía son buenos. Si la ves con mala fe, puedes divertirte con los diálogos acartonados y absurdos.
Hay mucho material mal tejido para decorar la escena de sexo que es lo único realmente importante de la película. Esa escena me parece muy lograda. Es reconfortante ver cuerpos normales teniendo sexo como Dios manda.
Es casi un milagro que la película deje atrás todas las convenciones y los lugares comunes del cine de posesión satánica y se permita hacer una escena naturalista que no cae en lo vulgar.
Me pregunto en qué colegio estudio el director/guionista que tenía guardada esta fantasía de tener sexo en un altar. Evidentemente ese es el único sacrificio serio que se puede ofrecer a la divinidad. Matar animales es un contrasentido y carece de gracia.
Luciferina es una mala película que no tienes que ver completa. Pueden adelantarle hasta la escena de sexo y quitarla después, vale la pena. Amén. (Ab.)
El maquillaje es chafa y los efectos especiales otro tanto. Los efectos de sonido son estruendosos y si te pones nervioso será más por el ruido que por lo mostrado en pantalla.
Todos los actores parecen improvisados, no les crees cuando están serios ni cuando bromean. Sólo el vestuario y la fotografía son buenos. Si la ves con mala fe, puedes divertirte con los diálogos acartonados y absurdos.
Hay mucho material mal tejido para decorar la escena de sexo que es lo único realmente importante de la película. Esa escena me parece muy lograda. Es reconfortante ver cuerpos normales teniendo sexo como Dios manda.
Es casi un milagro que la película deje atrás todas las convenciones y los lugares comunes del cine de posesión satánica y se permita hacer una escena naturalista que no cae en lo vulgar.
Me pregunto en qué colegio estudio el director/guionista que tenía guardada esta fantasía de tener sexo en un altar. Evidentemente ese es el único sacrificio serio que se puede ofrecer a la divinidad. Matar animales es un contrasentido y carece de gracia.
Luciferina es una mala película que no tienes que ver completa. Pueden adelantarle hasta la escena de sexo y quitarla después, vale la pena. Amén. (Ab.)
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