Cómprame un revolver - Julio Hernández Cordón (2018)
Cómprame un revolver
es una película cuya principal virtud es la de atreverse a no usar la receta de
la comedia romántica. Sin embargo, es una película de ocurrencias que no define
con claridad su universo, ni su historia y termina derrumbándose. Me explico:
Un adicto, a cargo de un campo de béisbol, tiene una hija a la que
aparentemente pretende proteger al hacerla pasar por niño. La verdad es que el
fulano está más preocupado por drogarse que por su hija. La niña se recoge el
pelo dentro de un casco y usa una máscara, ese es todo el disfraz. No se corta
el pelo, ni finge la voz, ni usa ropa masculina.
Por un rato la niña lleva una cadena en el tobillo, tal
objeto no sirve para nada. La niña se mueve libremente para meterse en
problemas cada vez que la película se pone aburrida y se comporta como una estúpida
incapaz de entender que su vida corre peligro. Lo cierto, es que nadie es capaz
de entender qué sucede en ese mundo mal copiado de Mad Max (1979).
Se supone que no hay mujeres; pero las vemos en la fiesta.
La guerra entre narcotraficantes es una amenaza constante; sin
embargo hay juegos de béisbol y fiestas en las que es evidente la posibilidad
de un ataque. Los niños que aparecen tienen una capacidad física
extraordinaria, recorren todo el norte de México a pie, sin llevar agua. Aunque
hay muchos muertos, (tantos que en vez de usar maniquíes, se utilizan cartones
pintados) el papá de la niña siempre sobrevive. Para que eso no resulte ilógico,
desde el principio, la niña cuenta con voz en off que su viejo tiene suerte y que ella la heredó. Ellos se
mantienen a salvo en una trama llena absurdos. La única escena que vale la
pena, aquella en que se percibe la música de banda como un vapor morado
(sinestesia), no es coherente consigo misma y el vapor se extingue mientras la
música continua sonando. En otra ocasión el adicto está bateando y falla, los
ojos te indican que falla y en lugar de aceptar su torpeza, el filme pone el
sonido de que golpeo la pelota. La selección musical es interesante y lo único
memorable del filme.
Este proyecto se atreve a más, pero tampoco acierta. No hay
cuidado en las cosas más simples, no hay coherencia. Ni siquiera hay
información suficiente para redondear la situación que muestra. Al inicio del
filme hay una escena en la que el maltrecho padre toma una triste ducha, ese
momento parece del futuro y asumí que después volvería a ese punto sabiendo qué
sucedió. Me quedé esperando, la película termina y se siente que todo carece de
dirección. No quiero que en todos los filmes Thanos se robe las gemas del
infinito y devuelva el equilibrio al universo, pero si quiero saber qué carajos
pasa. ¿Dónde están las mujeres? ¿Son obligadas a tener sexo o son esclavas o
son alimento o todas las anteriores? ¿Por qué nadie huye de la zona? De la nada
y en total incongruencia, una niña es liberada de una jaula y la protagonista
es descubierta sin que haya consecuencias. Si los niños pueden ir y venir
libremente, ¿por qué no van más lejos? Total la niña sigue igual de estúpida
después de matar a alguien y perder a su padre. ¿Es ese el mensaje? ¿Es en
serio? Ustedes que pueden, huyan de este filme que aspira a ser poético y
resulta ridículo. (Ab.)
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