Beoning - Chang-dong Lee (2018)

Muchas cosas buenas había oído hablar de Burning y tenía grandes expectativas de ella. Sin embargo, creo que a quienes escuché ni siquiera la habían visto o no puse atención a sus comentarios. La vi sin tener idea de qué se trataba. Me enganché con la idea de que alguien tenía por pasatiempo quemar invernaderos abandonados. Ese acto sólo es una metáfora que brinda al personaje central un motivo de sospecha. La película no trata de eso, trata sobre la soledad y el sinsentido. Quizá parte del problema del filme es que no sabemos hacia donde va, tarda mucho en definir su centro. Es tan pausada que tuve la impresión de estar viendo tres películas diferentes. En la primera parte, se cuenta un romance frustrado. Comienza con una mujer, muy necesitada de atención, haciéndole plática a un tipo que fue su compañero en la primaria y que ahora quiere ser escritor. Esa historia de ligue es muy larga y lenta. Lo que muestra es condiciones de gran estrechez en que vive la mujer y que, en todo el mundo, el proceso de conseguir una pareja es cada vez más raro y complicado. Después el personaje se queda con la idea de que ya tiene pareja y le rompen su corazoncito cuando va por su amiga al aeropuerto y ella aparece con un tipo más guapo, con un buen auto y aparentemente rico. Paralelamente, nos enteramos que el padre del protagonista está en la cárcel y no quiere hablar con su hijo.
En la segunda parte, el filme se centra en el triángulo amoroso. El pobre y buen hombre parece tener una oportunidad de convertirse en la tercera rueda de la relación, ya que el rico y la mujer no tienen nada en común y carecen de una comunicación significativa. Si la tuvieran, no visitarían a este hombre triste que se tiene que hacer cargo de la granja de su padre.
Finalmente, en la última parte, la cinta se convierte en una  cacería. La mujer desaparece y su pobre enamorado decide a encontrarla. Allí las piezas tienen otro sentido. Y todo se acelera para llegar a un final excelente. 
Burning se revela entonces como una tragedia en la que el destino hace de las suyas para que todos pierdan. El hijo del hombre en la cárcel parece seguir los pasos de su padre. El destructor es destruido y la pobre perdida desaparece. Todo es un poco ambiguo y sin embargo, las piezas están sobre la mesa. Hace falta que el espectador siga la lógica dibujada para completar el rompecabezas. 
Si se toma en cuenta que: a) la historia hace referencia al gran Gatsby; b) su protagonista dice ser escritor; c) el filme es adaptación de un cuento de Haruki Murakami; d) la historia tiene la estructura de una tragedia clásica; y e) todo tiene matices ambiguos; puede pensarse que parte de lo visto es la historia que escribe su protagonista. 
Es posible que no haya entendido todo por estar muy cansado o quizá este filme requiere ser visto dos veces para entender a fondo lo que pasa. Ya conociendo el final quizá el desarrollo no se sienta pesado. Si la vuelvo a ver les aviso. De cualquier modo, búsquenla en Netflix y platiquen con su amigo hipster de confianza. Advertencia, el filme dura dos horas y media.
Corea está haciendo cosas interesantes con la cultura y quizá ese modelo debería ser copiado en México. (Ab.)



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