Fountain of Youth - Guy Ritchie (2025)

LA FUENTE DE LA JUVENTUD, en Apple TV, es una cinta diferente. Ya sé que Kristoff Raczyñski dice que es copia de Indiana Jones y la Última Cruzada (1989) pero eso es como decir que todos los automóviles son copia del Ford T. Hay muchas cintas que usan el esquema del viaje del héroe y eso no las convierte en copias. Es decir, quizá las películas tienen una estructura común pero no son copias. La fuente de la juventud no es la versión de 2007 de Michael Haneke de su Funny Games de 1997 y tampoco es un Live Action de Disney. Ni siquiera considero semejantes el Santo Grial (objeto mítico del Cristianismo asociado a la copa utilizada por Jesucristo en la Última Cena y por José de Arimatea para recoger la sangre de Cristo en la crucifixión) y la fuente de la eterna juventud (legendario manantial o pozo cuyas aguas pueden detener o revertir el proceso de envejecimiento, o incluso conceder la inmortalidad). Yo no esperaba nada y terminé pasando un buen rato. Es cierto que Natalie Portman luce muy señora y John Krasinski tampoco tiene tipo de aventurero o ladrón, pero eso ayuda a que Eiza González luzca su humilde origen mexica y resulte creíble su personaje de mano armada del Vaticano. 

La historia ya la pudieron deducir, los hermanos Purdue son contratados por un excéntrico millonario que quiere encontrar la fuente de la juventud porque está muriendo de cáncer. Para dar con ella deben robar algunos cuadros de museos, encontrar una biblia con errores y descifrar un código.

Es una aventura como otras, pero el paseo por el mundo y las bromas funcionan. Quizá lo más torpe del filme es que se arme la balacera en las Pirámides de Giza y que el paseo no incluya ni pizca de información sobre ellas y la Esfinge, pero... unas por otras.

Esto no es un filme para adolescentes, es un filme para viejos. Así que a mí me gustó. Acepto que le falta realismo y que hay acciones incluidas de manera forzada, pero prefiero ver esto que intenta construir algo nuevo que otra cinta de Deadpool llena de tonterías y vulgaridades innecesarias. 

Hoy ser naco está de moda, ni modo. Y aunque el filme brinda espacio para que Natalie Portman se rebaje al nivel de Shakira y critique a su ex, lo hace con un toque de buen gusto que se siente elegante. Ya que la cinta rema contracorriente hablando de pintura, libros, música y mitos, tan sólo porque te invita a ser culto, es una cinta rebelde que debería ser premiada. (Ab.)

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