The Bridge on the River Kwai - David Lean (1957)
El puente sobre el río Kwai es una película que refleja una era. Es una buena película pero se toma su tiempo. Hoy la historia parece barroca. Unos militares japoneses reciben la orden de construir un puente, pero no tienen suficiente mano de obra, deben construirlo ocupando a sus prisioneros, militares ingleses. Lo primero que resulta extraño es que confíen en que los prisioneros harán el trabajo, lo segundo, que lo harán bien. Hay una vanidad muy extraña en todo. Por una parte, el jefe japonés considera que puede obligar a la gente a trabajar y no se vuelve loco matando gente desobediente. Por la otra, los oficiales británicos tienen la loca idea de que deben trabajar pero no en trabajo manual. Están convencidos de que su trabajo es dar órdenes. Y para dejar su punto claro aguantan una semana encerrados en una celda de castigo.
El jefazo japonés es un maestro de la manipulación y logra que, a cambio del respeto a los rangos, le construyan el puente. Pero por alguna extraña razón se siente fracasado. El jefe británico pone todo su esfuerzo en terminar el puente y siente un gran orgullo al hacerlo. El médico inglés no entiende nada.
Mientras tanto un gringo escapa del lugar. La pasa muy mal pero logra salvarse y lo atienden en un hospital inglés. Allí se liga a una rubia y la pasa de lujo hasta que le proponen volver al sitio para derribar el puente. Con mucha elegancia, lo ingleses lo obligan a aceptar.
Un grupo de cuatro se pone en camino. Uno muere y los otros se ligan una asiáticas muy guapas que trabajan de cargadoras. Tardan días en llegar al puente. Disfrutan del viaje bañándose en el río. Mientras tanto, los británicos terminaron el puente y todos están felices porque el puente quedó muy bonito. Las vacas contentas dan mejor leche.
La gracia de toda la película se concentra al final. Los militares exhiben su parte más necia. Lo que es motivo de orgullo para un equipo, debe ser destruido por los otros. El supuesto progreso no puede ser respetado. Los humanos somos muy estúpidos y en la guerra las tonterías crecen.
La cinta está llena de curiosidades. Por ejemplo: los murciélagos enormes. "All work, no play makes, Jack a dull boy" es una frase que se asocia con El Resplandor (1980) pero apareció antes aquí en boca del jefazo japonés. El puente sobre el río Kwai fue un éxito y es muy posible que sepas silbar su tonada sin jamás haber visto el filme. Yo esperaba que el silbido tuviera una participación gloriosa en la cinta y no es así. (Ab.)
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